Conferencia de prensa concedida por Felipe Pérez Roque, Ministro de
Relaciones Exteriores, a la prensa nacional y extranjera, efectuada en
el Ministerio de Relaciones Exteriores, el 22 de mayo de 2008, "Año 50
de la Revolución".
(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)
Carina Soto (Moderadora).— Muy buenos días.
Bienvenidos
a la conferencia de prensa del ministro de Relaciones Exteriores de la
República de Cuba, compañero Felipe Pérez Roque.
Ministro, están presentes representantes de todos los medios de la
prensa nacional y también una amplia representación de la prensa
acreditada en Cuba, 83 corresponsales, de 59 medios de prensa de 22
países. Esta conferencia de prensa, además, se está trasmitiendo en
vivo por Cubavisión internacional y por Radio Habana-Cuba.
Ministro, usted tiene la palabra.
Felipe Pérez.—Buenos días a todos los corresponsales.
Les agradecemos su presencia aquí hoy jueves, en esta semana tan
movida y tan divertida, que ya casi está terminando.
Los he convocado para emplazar al Presidente de Estados Unidos;
para emplazar a la secretaria de Estado, Condolezza Rice; para
emplazar al gobierno de Estados Unidos a que respondan, a que dejen de
evadir las preguntas, que flotan en el aire y que no han sido
respondidas, sobre las revelaciones a la opinión pública acerca de las
oscuras relaciones entre el terrorismo anticubano de Miami, los
diplomáticos norteamericanos acreditados en La Habana y los grupos
mercenarios de Estados Unidos que actúan en nuestro país.
Los he convocado para reiterar el emplazamiento de Cuba de que el
Presidente, la Secretaria de Estado y el gobierno de Estados Unidos
deben responder. Tenemos derecho a saber. Ustedes, los periodistas, la
opinión pública, nuestro pueblo, el pueblo de Estados Unidos tienen
derecho a saber la oscura trama, no totalmente develada, sobre esta
conexión increíble, sobre la que se ha dado abundante información en
estos días.
Emplazamos al Presidente de Estados Unidos, emplazamos a la
Secretaria de Estado, emplazamos al gobierno de Estados Unidos a dejar
de evadir, a dejar de evocar pretextos, a dejar de hacer silencio, a
dejar de esconderse; los emplazamos a dar la cara y a responder sobre
las graves acusaciones que han sido vertidas. Y los he convocado
también para dar respuesta a la farsa orquestada ayer por el
Presidente de Estados Unidos en la Casa Blanca.
Hace tres días denunciamos el escandaloso proceder de funcionarios
diplomáticos de Estados Unidos acreditados aquí en La Habana, en
particular el Jefe de la Sección de Intereses Norteamericana en La
Habana, como facilitador de los contactos y del trasiego de dinero
entre el terrorista Santiago Álvarez y grupos mercenarios en Cuba.
Hasta ahora el gobierno de Estados Unidos no ha desmentido estas
denuncias y ha evadido responder sobre la actuación ilegal de sus
funcionarios, quienes han sido sorprendidos in fraganti,
actuando como vulgares emisarios de un terrorista que, además, en este
momento guarda prisión en Estados Unidos.
Veamos lo que ha dicho el vocero del Departamento de Estado, el
señor McCormak, cuando le han preguntado sobre este tema.
Le preguntaron directamente: "¿Existe alguna política que prohíba a
los diplomáticos norteamericanos ser el canal de entrega de efectivo a
aquellos que pudieran ser disidentes en Cuba?" Esa es la pregunta:
"¿Existe alguna política que lo prohíba?" Él ha respondido: "No estoy
informado del mecanismo de las regulaciones que guían eso."
Le han vuelto a preguntar: "La acusación de los cubanos es que el
Jefe de la Sección de Intereses ha estado entregando dinero en
efectivo de grupos privados" —se le llama grupos privados a un grupo
terrorista, violento, a un hombre que está preso en Estados Unidos—
"norteamericanos a la oposición política" —se le llama oposición
política a lo que hemos visto en estos días, a los mercenarios
peleándose entre sí, ávidos de dinero. Respuesta del vocero cuando le
han dicho: "Bueno, los cubanos dicen que es el Jefe de la Sección de
Intereses el que está en eso." "No sé —dice el vocero— las
especificidades de esto, no estoy consciente de la mecánica."
Le vuelven a preguntar: "Pero el Jefe de la Sección de Intereses,
¿él puede enviar dinero?" Respuesta del vocero McCormak: "Mira, yo no
puedo, tú sabes, no estoy aquí para hablar sobre las especificidades
de esto; estoy seguro de que podremos encontrar algún experto."
Entonces uno de los periodistas le dice: "Bueno, pero usted está
aquí para responder las preguntas que tenemos sobre este asunto." Le
dicen: "Si usted no ha venido aquí a responder a qué usted ha venido."
Con estas evasivas, en tono balbuceante, es que el vocero
autorizado y oficial del Departamento de Estado, ha respondido al
tema.
Nosotros, como ustedes comprenderán, de lo más divertidos viendo
esas imágenes.
Han preguntado entonces al Secretario Asistente de Estado para
Asuntos del Hemisferio Occidental, el señor Thomas Shanon, sobre el
tema y ha dicho esto: "Estados Unidos tiene una bien conocida política
de ayuda humanitaria al pueblo cubano y continuará esa política y esa
práctica."
Nos quedamos en las mismas. Por fin, ¿está autorizado o está
prohibido? ¿El gobierno de Estados Unidos apoya o condena este
proceder?
El Viceministro para América Latina solo tiene para el tema
evasivas y frases hechas, que no dicen nada además; pero, además de no
responder, es de un cinismo brutal la respuesta del señor Secretario
de Estado Asistente, porque decir que tienen "una bien conocida
política de ayuda humanitaria al pueblo cubano", hablando a nombre del
gobierno que ha endurecido hasta niveles esquizofrénicos la política
de bloqueo y la persecución contra el pueblo cubano, que ha intentado
asfixiarnos, matarnos de hambre y enfermedades, y decir que tienen una
política bien conocida de ayuda humanitaria demuestra una falta total
de escrúpulos. Pero no responde.
Después viene la Sección de Intereses Norteamericana, que no da la
cara, pero publica, distribuye un comunicado que le orientan,
lógicamente, de Washington enviar. Distribuye un comunicado. ¿Qué dice
el comunicado de la Sección de Intereses, que no da la cara?
"Nosotros permitimos que organizaciones privadas norteamericanas lo
hagan también." Entiendo que "lo hagan también", quiere decir "como lo
ha hecho nuestro Jefe de Sección".
"Esta asistencia no es con fines políticos, sino que está dirigida
a satisfacer las necesidades diarias de las familias que luchan por
sobrevivir en el sistema actual."
Eso es lo que ha dicho el comunicado de la Sección de Intereses.
Nos parece que no se ha respondido cabalmente a acusaciones que son
muy graves, y, por lo tanto, hemos venido a reiterar la gravedad de
este asunto y la necesidad de que se comparezca y se dé respuesta a la
opinión pública.
Resulta, además, cínico que el mismo gobierno que bajo las leyes y
todas las regulaciones del bloqueo priva a los cubanos residentes en
Estados Unidos del derecho a enviarles remesas a sus familiares en
Cuba, ese mismo gobierno actúa, a través de sus agentes diplomáticos,
como intermediario para que elementos terroristas, como este Santiago
Álvarez y sus cómplices, envíen dinero a Cuba, no ya a sus familiares,
sino a elementos mercenarios, con el propósito de promover la
subversión en Cuba, el apoyo a su política de bloqueo y agresiones
contra nuestro país, que no tienen nada que ver con ayuda humanitaria,
es dinero para pagar los servicios de agentes pagados y mercenarios.
Es de un cinismo tal, que los mismos agentes diplomáticos que se
encargan de supervisar la política que impide a los cubanos que viven
en Estados Unidos enviarles dinero a sus familiares en Cuba —ayuda
económica—, esos mismos son los correos, los emisarios, los
transportadores del dinero para los grupos mercenarios en Cuba, en un
hecho insólito, realmente, en los anales de la historia de las
relaciones diplomáticas de Cuba.
Ha sido evidente hasta ahora una incapacidad del gobierno de
Estados Unidos para responder seriamente a estas imputaciones, y por
eso queremos reiterar claramente los hechos que han sido denunciados
esta semana y que son muy graves.
Dentro de lo mucho que se ha publicado, hay tres elementos clave:
Primero, la participación de diplomáticos de la Sección de Intereses
Norteamericana en La Habana en el envío de dinero del connotado
terrorista Santiago Álvarez, radicado en Estados Unidos, preso allí, a
mercenarios en Cuba, a mercenarios de la política norteamericana en
Cuba; no solo de correos, sino, incluso, de prestamistas para un caso
de apuro. Es decir, el Jefe de la Sección de Intereses ha adelantado
el dinero para los gastos de esos mercenarios hasta que Santiago
Álvarez se lo devuelva. Ese es un hecho.
Segundo, muy grave, a su vez estos elementos mercenarios en Cuba,
en retribución al dinero recibido de Santiago Álvarez a través de los
diplomáticos norteamericanos; como pago, digamos, por aquel dinero que
reciben, han ayudado a Santiago Álvarez, preso en Estados Unidos, en
el momento en que estaba siendo sometido a juicio, a obtener una
rebaja de su condena por posesión de un arsenal de armas para acciones
violentas contra Cuba, porque le han dado documentos, enviados desde
La Habana, que le han permitido a este terrorista presentarse como un
benefactor de la causa de los derechos humanos, alguien que "apoya a
los grupos que en Cuba luchan por los derechos humanos" y no como un
terrorista. Eso le ha permitido obtener una rebaja de la condena.
Por lo tanto, estamos ante un caso en que cubanos mercenarios
radicados en Cuba facilitan documentación, a través de la Sección de
Intereses Norteamericana, para que esa documentación juegue un papel
en un juicio contra un terrorista acusado de poseer un arsenal para
actuar contra Cuba, para permitirle rebajar la condena. Un hecho de la
mayor gravedad.
Me parece que hay que insistir en el contenido de dos documentos
que fueron presentados esta semana. El primero es un mensaje de la
señora Carmen Machado a la señora Martha Beatriz Roque, donde Carmen
Machado —estrecha colaboradora del terrorista Santiago Álvarez—
expresa lo siguiente:
"Te quería pedir un gran favor" —a Martha Beatriz. "Si no puede ser
no tengas pena ni te preocupes porque el Amigo" —Santiago Álvarez— "lo
entenderá. Necesito una carta tuya —firmada por ti— que diga de la
relación que hemos tenido entre la Fundación Rescate Jurídica y del
cual" —de ese apoyo y de esa relación— "sabías que el colaborador
principal es Santiago Álvarez". Necesitamos una carta donde digas eso.
"La carta sería dirigida al Juez James Cohn" —el juez que está
viendo el caso de este hombre allí. "Este Juez es el que va a tener la
última palabra en los años que le van a dar a nuestro Amigo y el que
le puede rebajar a lo que se le ha prometido." A Santiago Álvarez se
le ha prometido rebajarle años de la condena y para eso hace falta
darle al juez una carta donde diga que Santiago ayudaba aquí en Cuba a
los grupos mercenarios que luchan —según el gobierno de Estados
Unidos— por los derechos humanos. "Esta carta sería vista nada más por
los abogados" —del terrorista— "nuestros" —dice ella— "y por el Juez
Cohn". La Fiscalía, que representa al Estado, no tenía acceso, no
vería la carta.
Es decir, mercenarios cubanos hacen una carta para ayudar a un
acusado a rebajar su condena, para eso los ayuda la Sección de
Intereses Norteamericana en La Habana, y se conspira contra la
Fiscalía, que, a su vez, representa al Estado, para que no conozca de
la carta, que solo podrán ver el Juez y los abogados defensores. "La
ayuda que les hemos brindado a ti y a otros familiares de presos
políticos (Biscet), y los que nos faltan por ayudar. Esto sería darle
legitimidad a este proceso de él" —de Santiago.
"Por favor si te es posible yo te lo agradecería hasta el
infinito."
Le hacen esta solicitud. Y la señora Roque y otros mercenarios en
Cuba elaboran la carta y la mandan.
Después aparece este otro documento donde Martha le dice a esta
señora:
"Tengo que contarte que hay un grave problema con el documento que
les hice y te envié sobre el dinero recibido", ¿de quién?, de Santiago
Álvarez, "pues el original con mi firma se le perdió a la muchacha del
Centro Roosevelt" —allí en la Sección de Intereses Norteamericana—,
"que como te podrás imaginar al trabajar en la oficina de intereses
trabaja para la seguridad del Estado" —no sé por qué esa asociación y
esa acusación contra la muchacha que trabaja en el Centro Roosevelt.
"Yo le informé de esto" —dice la mercenaria— "a Michael Parmly y ellos
quedaron en que iban a ver lo que hacían" —para encontrar la carta
cuyo original está perdido. Allá se ha usado la copia, pero ahora el
original no aparece. "Es un problema grave, pues la Seguridad seguro
saca el papel original por la mesa redonda, o un libro". Sigue
diciendo: "Quería que lo supieras y se lo contaras a mi amigo del que
yo también estoy orgullosa". Porque él le manda a decir que está
orgulloso de ver cómo ella pelea para que a él le rebajen la condena.
He querido subrayar la gravedad de este tema: diplomáticos
norteamericanos en La Habana se han confabulado con mercenarios al
servicio de Estados Unidos aquí en Cuba para, de conjunto con un juez
en Florida y los abogados de la defensa, rebajarle la pena al
terrorista Santiago Álvarez, con un documento hecho y transferido a
través de la Sección de Intereses Norteamericana y los mecanismos de
su correspondencia.
Entonces, creo que el gobierno de Estados Unidos tiene que
responder ante este nuevo eje que se ha creado, el eje terroristas de
origen cubano en Miami-diplomáticos norteamericanos-grupos mercenarios
de Estados Unidos en Cuba; este nuevo eje que trasiega dinero,
conspira contra la justicia y trabaja a favor de la subversión contra
Cuba. Este es un segundo elemento; por lo tanto, Cuba espera una
investigación exhaustiva por parte del gobierno de Estados Unidos de
este grave hecho, y Cuba espera que los resultados de esa
investigación sean públicos. Tenemos derecho a saber.
Hay un tercer elemento que ha quedado revelado esta semana. Ya dije
el primero, la participación de diplomáticos norteamericanos en el
trasiego de dinero entre grupos terroristas y mercenarios en Cuba; el
segundo, la participación de los mismos actores para confabularse y
ayudar a rebajar la condena del terrorista preso y el tercero, la
actuación ilegal de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La
Habana que alienta, financia, organiza, dirige y monitorea en detalle,
pero en detalle. Recordemos aquello: "La CNN, ¡wow!". Es decir, al
detalle de la cobertura de quiénes son los que están, qué es lo que se
hace. Monitorea, dirige, financia, organiza la realización de
actividades provocadoras de elementos mercenarios en Cuba para
desestabilizar el orden en nuestro país. Hay tres elementos muy graves
que involucran a personal diplomático norteamericano en La Habana.
Ha quedado demostrado también, pienso, pero de manera irrebatible,
el carácter mercenario de estos grupos llamados disidentes, su
naturaleza cipaya, cómo reciben orientaciones y dinero no solo ya del
gobierno de Estados Unidos, sino, incluso, de grupos terroristas, de
todo el que esté dispuesto a poner dinero.
Quiero subrayar que estos hechos violan las leyes cubanas, violan
las leyes de Estados Unidos y violan convenciones y normas del derecho
internacional.
¿Qué pasaría si la señora Martha Beatriz Roque, los mercenarios
sobre los que en estos días se ha hablado, vivieran en Estados Unidos
y fueran acusados de recibir dinero de un grupo terrorista que actuara
contra Estados Unidos a través de diplomáticos cubanos o de otro país?
¿Qué hubiera pasado si se conoce y se les juzga en Estados Unidos por
recibir dinero de grupos terroristas que quieran actuar contra Estados
Unidos? ¿Qué prevé la ley norteamericana? ¿Qué dijo el presidente Bush?
"El que alienta a un terrorista, el que cobija a un terrorista se
convierte también en un terrorista". ¿No fueron sus palabras?
Entonces, venimos hoy a preguntar: ¿Qué sabe el gobierno de Estados
Unidos sobre toda esta trama? ¿Qué sabe la Secretaria de Estado? ¿Qué
tiene que decir? ¿Estaba informada de que sus diplomáticos actuaban de
esta manera en La Habana? Ahora que lo sabe, ¿qué opina? ¿Ve bien que
sus diplomáticos actúen de correo? ¿Apoya al señor Parmly en sus
actividades de correo y emisario del dinero de los grupos terroristas
a los grupos mercenarios en Cuba? ¿Qué tienen que decir? ¿Qué dice el
gobierno de Estados Unidos? Que diga algo.
¿Se opone, condena estos actos o los apaña, los condena, los apoya?
¿Qué dice el gobierno de Estados Unidos? ¿Qué ha investigado? ¿Qué
tiene que decir sobre este nuevo eje de conexiones entre grupos
terroristas, diplomáticos norteamericanos y grupos mercenarios? Los
emplazamos a dejar el lenguaje evasivo, balbuceante y enfrentar
seriamente hechos de una gravedad que no puede ser disminuida ni
disimulada.
Ese es el sentido principal de este emplazamiento. El gobierno de
Estados Unidos tiene que hablar, tiene que decir si está de acuerdo o
si investigará estos hechos en los que se cometen delitos que violan
las leyes norteamericanas y cubanas y donde se viola el derecho
internacional.
La actuación ilegal de la Sección de Intereses Norteamericana en La
Habana viola, en primer lugar, el acuerdo bilateral entre los
gobiernos de Cuba y Estados Unidos que dio lugar a las Secciones de
intereses y que data del 30 de mayo de 1977. En ese acuerdo se
estableció que las secciones de intereses se creaban "para facilitar
las comunicaciones entre los dos gobiernos" y para "llevar a cabo
funciones diplomáticas y consulares rutinarias", para lo cual ambas
partes, el gobierno de Estados Unidos y el de Cuba, "reafirmaron su
compromiso con lo establecido en los tratados internacionales que
rigen las relaciones diplomáticas y consulares". Fue reafirmando el
contenido de esos tratados.
¿Qué dice la Convención de Viena para las Relaciones Diplomáticas
—que es el documento aquí clave—, qué dice la Convención de Viena de
1961? Dice que "Las funciones de una misión diplomática consisten en:
representar al Estado acreditante ante el Estado receptor; proteger en
el Estado receptor los intereses del Estado acreditante y los de sus
nacionales, dentro de los límites permitidos por el derecho
internacional; negociar con el gobierno del Estado receptor". Es
decir, las funciones diplomáticas habituales, como se sabe. "Fomentar
las relaciones amistosas" —dice que es deber y función de las
representaciones diplomáticas— "y desarrollar las relaciones
económicas, culturales y científicas".
La Sección de Intereses Norteamericana en La Habana funciona
adscrita a la embajada de Suiza en Cuba y todo esto es una violación
también y una ofensa a la diplomacia suiza, que aceptó representar
esos intereses en Cuba y los nuestros en Estados Unidos y a la cual se
pone también en una situación en extremo embarazosa.
Estas son las funciones. En ningún lugar está aceptado que las
funciones de una representación diplomática sean financiar, prestarle
dinero, servir de correo, dirigir y organizar grupos políticos
opositores al gobierno ante el que se está acreditado; todas esas son
violaciones.
Además, en el Artículo 41 de esa Convención de Viena, en el
apartado 1 se dice: "Sin perjuicio de sus privilegios e inmunidades,
todas las personas que gocen de esos privilegios e inmunidades deberán
respetar las leyes y reglamentos del Estado receptor. También están
obligados a no inmiscuirse en los asuntos internos de ese Estado", sin
perjuicio de sus privilegios. Obligados a no inmiscuirse en los
asuntos internos y a respetar las leyes y reglamentos del Estado
receptor, y: "Los locales de la misión diplomática no deben ser
utilizados de manera incompatible con las funciones de la misión".
Bueno, convertir a la SINA en el estado mayor, sus instalaciones en
un centro de convenciones para que los grupos mercenarios hagan
actividades, conspiren, es totalmente violatorio de la Convención de
Viena, y el gobierno de Estados Unidos lo sabe; por lo tanto, los
emplazamos, porque ellos no permiten que en Estados Unidos una
representación diplomática acreditada actúe de esta manera. Así que
los emplazamos a responder, a dejar de esconderse, a dar la cara y a
explicarle a la opinión pública lo que tengan que decir sobre estos
hechos graves y ampliamente probados.
Pero, además, en el día de ayer la Sección de Intereses
Norteamericana, en medio de esta situación, monta y orquesta una nueva
provocación contra Cuba y organiza una reunión en la residencia de uno
de sus funcionarios en la calle 7ma. y 24, en Miramar, esta casa se ha
convertido —como ya dije— en una especie de centro de convenciones de
la contrarrevolución en Cuba y de los grupos mercenarios de Estados
Unidos. Organiza allí un show con toda esta gente, una parte de los
cuales en estos días ha sido totalmente desenmascarada, nada más y
nada menos que para escuchar el discurso del presidente Bush. Todo eso
en medio de esta situación, como si fuera poco lo que ya se ha dicho y
se ha discutido. Allí fueron a oír, a aplaudir a rabiar... Algunos han
declarado que se sintieron emocionados realmente de ver al presidente
por la televisión, que fue para ellos realmente enriquecedor. Ahí
están sus declaraciones, que dan una idea de la naturaleza cipaya de
alguna de esta gente.
Bien, fueron allí, aplaudieron, les pareció todo aquello bien y
oyeron el discurso de Bush.
Sobre el discurso de Bush y todo aquel espectáculo en la Casa
Blanca, tengo que decir que fue un show decadente, un discurso
irrelevante y cínico, un acto de propaganda ridícula y de mal gusto.
Es lo que tengo que decir sobre lo de ayer; porque realmente hay que
decir que el presidente Bush es un gobernante agotado, un presidente
en salida, empacando sus bultos para irse para el rancho de Texas,
desacreditado, un político que es rechazado abrumadoramente en su
propio país.
El presidente Bush es menos popular hoy que lo que era el
presidente Nixon en medio del escándalo de Watergate cuando estaba a
punto de tener que dejar la presidencia, todo un récord —como se ha
dicho—, un hombre que avergüenza a los norteamericanos, que los
candidatos del Partido Republicano y sus propios correligionarios no
quieren mostrarse en público con él, ni quieren tener su apoyo, porque
los afecta de cara a sus aspiraciones electorales; un apestado, un
hombre al que la gente le huye. Esa es la realidad. Ese es hoy el
presidente de Estados Unidos, que se retira y se va de la presidencia,
después de haber sido el presidente que ordenó invasiones ilegales, el
asesinato de cientos de miles de civiles, la tortura, los vuelos
ilegales, el secuestro de personas, que apareció en público
defendiendo la tortura; es decir, un hombre que desarrolló una
política solo al servicio de sus amiguetes, de los intereses poderosos
del petróleo y de una parte de los grupos de poder norteamericanos.
Ese es el hombre que se va. ¿Cuál es su herencia? ¿Qué deja como
legado? Bueno, ayer, el show este ante el mismo auditorio de siempre,
que es uno de los pocos grupos que todavía lo aplauden a él en Estados
Unidos, los sectores de la mafia cubana de Miami, que son una minoría
de la comunidad cubana en Estados Unidos. No tiene nada más que hacer,
este es un show ahí, nadie le presta atención; la campaña electoral se
da sin que él participe, le huyen, si él viene por aquí, los
candidatos republicanos se van por allá, no quieren saber de él, los
afecta, les da mala onda. Es el hombre ante el que estamos,
irrelevante, al que todo el mundo mira con una mezcla de sorna y de
repugnancia. Esa es la verdad, ese es el hombre ante el que estamos.
Ahí él se para, amenaza a Cuba, dice cuatro frases incoherentes, tres
frases intenta decir en español. Ese es el show decadente, mediocre
que hemos visto.
Eso es lo que opinamos de sus palabras.
Pero sí hay un tema que debo subrayar, porque el presidente Bush
hizo ayer algo, en medio de toda aquella farsa mediocre, poner —lo
hizo él en su discurso de ayer— a un cantante de Miami a la altura de
José Martí, rendirle homenaje a un cantante de Miami, decir que estaba
a la altura del Héroe Nacional de Cuba, José Martí; hacer eso en
Washington, dos días después del aniversario de la caída en combate
gloriosa de José Martí, es una grave ofensa a la dignidad del pueblo
cubano que condenamos y rechazamos en nombre de este pueblo. El pueblo
cubano no olvidará nunca ofensa de tamaña entidad.
Es lo que tenemos que decir, es nuestra reacción a estos
acontecimientos y a la aparición pública ayer del presidente de
Estados Unidos.
Moderadora.—Bueno, para preguntar, yo les pido que por el orden
en que se vayan anunciando, por favor, se identifiquen con su nombre y
con el medio que representan.
Morgan Neil (CNN).—Señor Ministro, Morgan Neil, de la CNN...
Felipe Pérez.—¡¡¡wow!!! (Risas.)
Adelante, adelante, Morgan.
Morgan Neil.—Quería preguntar, dada la gravedad de las
acusaciones que hemos escuchado esta semana, ¿está Cuba considerando
romper relaciones con Estados Unidos?
Felipe Pérez.—Bueno, las relaciones entre Cuba y Estados Unidos
fueron rotas...
Morgan Neil.—Bueno, las relaciones existentes.
Felipe Pérez.—Fueron rotas ya por ellos, es decir, ¿qué quieres
saber?
Morgan Neil.—Si están considerando cerrar la SINA, que está
involucrada en las cosas que nos han explicado hoy. Digo, dada la
gravedad de estas acusaciones, si están considerando algo así.
Felipe Pérez.—Lo que puedo decir, Morgan, en este momento es
que esperamos que el gobierno de Estados Unidos se llame a capítulo y
tome las medidas pertinentes para rectificar la conducta de sus
diplomáticos en Cuba. Esto es un conteo de protección. Ellos sabrán
qué hacer. No debe subestimarse la gravedad de los hechos denunciados.
Fernando García (La Vanguardia).—El principio es el
mismo. Dada la gravedad de las acusaciones, yo quería saber si se ha
iniciado algún procedimiento penal, o se va a iniciar, contra las
personas acusadas, en definitiva, de graves delitos, entiendo yo.
Gracias.
Felipe Pérez.—Bueno, esta es una investigación sobre el
terrorismo y su conexión con la subversión en Cuba; esta es una
investigación antiterrorista, y esta investigación está en curso, no
ha concluido y va a continuar. Por lo tanto, todavía estamos en pleno
proceso de investigación, las autoridades correspondientes nos han
informado que sigue su curso la investigación sobre todos estos hechos
y hay que esperar que avance y concluya la investigación.
Moderadora.—Al parecer no hay otras preguntas.
Carlos Iglesias.
Carlos Iglesias (Yomiuri Shimbun).— Bueno, estoy aquí
junto con el corresponsal jefe para América Latina, Isaku Kotera,
entonces él tiene todavía algunas dudas, porque, bueno, quizás se nos
ha pasado en el análisis de todos los documentos que hemos visto.
Felipe Pérez.—Entiendo, además, que en Japón entender esta
trama...
Carlos Iglesias.—Sí, debe ser difícil.
Felipe Pérez.—Es complejo, porque son hechos que me imagino que
ellos no han visto nunca antes.
Carlos Iglesias.—Una de las preguntas que él tiene es si
Rescate Jurídico llegó a enviar el dinero a Martha Beatriz Roque. Si
alguna de las pruebas habla de este hecho de que ya recibió el dinero.
Felipe Pérez.—Amplias pruebas: acuses de recibo, vales
firmados, cartas de agradecimiento. Hay pruebas copiosas y
concluyentes sobre el tema.
Carlos Iglesias.—En el caso del jefe de la Sección de Intereses
de Estados Unidos, ¿qué cantidad fue la que trasegó y cuándo fue que
ocurrieron estos hechos? Creo que fue en el 2006, ¿no?, según tengo
entendido de los documentos.
Felipe Pérez.—Bueno, se ha dado información pública de al menos
tres operaciones de abastecimiento de dinero, personalmente del jefe
de la Sección de Intereses, y no son las únicas.
Carlos Iglesias.—Aunque Santiago Álvarez está personalmente
vinculado a Luis Posada Carriles, ¿si hay alguna evidencia, dentro de
esta que se ha mostrado, de que la Fundación Rescate Jurídico está
vinculada con Posada Carriles?
Felipe Pérez.—Bueno, es un tema bajo investigación, es un tema
que está todavía abierto, porque se habla continuamente de otros
benefactores de la fundación, se habla de otros donantes. Son temas
que todavía permanecen como interrogantes abiertas a las que habrá que
dar respuesta.
El gobierno de Estados Unidos debería investigar e informar
públicamente el resultado de sus pesquisas.
Carlos Iglesias.—Muchas gracias.
Felipe Pérez.—Gracias.
Moderadora.—Will Weissert, para una última pregunta.
Felipe Pérez.—No, mira, dásela a aquel que empezó a protestar
allá atrás.
Moderadora.—También se la vamos a dar después.
Felipe Pérez.—Pero no te toca todavía, primero...
Moderadora.—Es que levantaron la mano después.
Felipe Pérez.—Adelante, adelante.
¿De qué medio eres tú?
José Luis Paniagua.—De EFE.
Felipe Pérez.—De EFE, Paniagua eres tú (Risas).
Moderadora.—Bien conocido.
Felipe Pérez.—Espérate. Paniagua se puso bravo y se iba
(Risas). Espérate, espérate.
Will Weissert (AP).—Les ruego a todos paciencia con mi español,
que me falla a veces; pero tengo dos preguntitas.
Felipe Pérez.—Es mejor que el de Bush, sin duda (Risas).
Will Weissert.—Pero eso no va a decir nada (Risas).
Felipe Pérez.—Es poco, en verdad.
Will Weissert.—Yo tengo dos preguntitas:
Primero, internacionalmente, la cantidad de dinero que hemos visto
en este caso no me parece que es mucho dinero. O sea, estamos hablando
de 200 dólares al mes por comida o por cuestiones de Internet; en el
mundo, fuera de Cuba, esa cantidad no va a estar vista como algo que
puede cambiar la vida de alguien. Entonces, quería saber si tiene
algún comentario sobre eso.
Mi segunda pregunta es si va a haber alguna respuesta oficial de
parte de Cuba en contra del señor Parmly en lo sucesivo, si va a ser
expulsado del país o si va a haber una carta diplomática de parte de
Cuba a Washington hablando de él en lo personal. Y si no hay ninguna
respuesta formal, se puede ver que está tolerando esto Cuba de cierta
forma; si no hay una respuesta concreta de parte de La Habana, la
gente va a entender que este tipo de cosas se toleran en este país.
Gracias.
Felipe Pérez.—Gracias, Will.
Bueno, sobre la primera pregunta, en primer lugar, se ha hablado de
una parte del dinero que se ve que está corriendo desde Estados Unidos
hacia Cuba. Esto ha sido apenas un botón de muestra.
En segundo lugar, el propio gobierno de Estados Unidos ha dicho que
ha aprobado dinero con estos fines por valor de más de 45 millones
para este año fiscal, solo para este año 45 millones, solo el aprobado
por el Congreso para ser usado a través de la USAID y otras agencias.
Ahí no está contado el dinero que manejan los servicios especiales,
que está fuera de este control; el que dan otras fundaciones pantalla.
Pero, bueno, 45 millones para un año es una cifra.
Por otro lado, 200 dólares mensuales en Cuba, donde estos
mercenarios no tienen que pagar ni la educación de sus hijos, ni la
salud —probablemente son dueños de la vivienda de la que la Revolución
les dio la propiedad a través de la Ley de Reforma Urbana—, ni tienen
que pagar tampoco alquiler, 200 dólares... Una parte de los alimentos
que necesitan lo reciben subsidiados, amplia y fuertemente
subsidiados, más ahora; y 200 dólares a 20 por 1 son 4 000 pesos
cubanos, que es más de diez veces el salario medio en Cuba, más de
diez veces.
Ustedes vieron los presupuestos con que funcionan estos grupos
mercenarios. La Cancillería siente envidia de esos niveles de
presupuesto y de dinero, para hacer subversión y para trabajar contra
su patria y contra su pueblo al servicio de una potencia extranjera, y
para vivir de eso y robarse una parte.
Entonces, sí es dinero. En las condiciones de Cuba, 1 500 dólares
mensuales, que es el salario base fijo de la señora receptora de una
parte del dinero, 1 500 dólares mensuales es más salario que el que
algunos corresponsales aquí reciben de sus agencias y de sus medios.
Es dinero en Cuba, en Miami no, no alcanza, porque es muy caro el
nivel de vida, los medicamentos, si tienen un anciano en la casa es
muy caro; pero 1 500, en Cuba es mucho dinero.
Pero lo más grave no es la cantidad de dinero, sino la procedencia:
recibir dinero del gobierno que bloquea a su patria, que quiere matar
de hambre y enfermedades a su pueblo, para ayudarlos a aplicar la Ley
Helms-Burton, para ir a "soplarles" los inversionistas en Cuba, para
darles información sobre cómo actuar, mejorar y apretar más las
tuercas del bloqueo, prestarse a campañas que sirvan para desacreditar
a su patria y justificar la agresión contra ella. Lo más grave es la
procedencia.
Por ahí hay uno que hoy ha salido declarando: "A mí me da igual de
donde venga el dinero", lo que importa es el dinero. Esos son los
luchadores por la libertad que Bush apoya, para derrocar una
revolución cuyos fundadores la hicieron sin apoyo de potencia
extranjera alguna.
Ahí están los testimonios de La historia me absolverá y la
manera en que se consiguió el dinero: el mártir que vendió su plaza
como chofer de una empresa distribuidora de cerveza, su empleo lo
vendió para aportar el dinerito al fondo para comprar las armas y
preparar el asalto al Moncada; la Revolución que se hizo con el mártir
fotógrafo vendiendo sus instrumentos, con los cuales se ganaba la
vida, para aportarlo; la Revolución que se hizo con los centavos y los
bonos vendidos por el Movimiento 26 de Julio, que venía de la
tradición martiana que había recogido el dinero entre los tabaqueros
de Tampa, los sectores humildes de la emigración cubana.
Entonces, venir aquí a tratar de presentarse como luchadores por la
libertad de este país, recibiendo dinero del gobierno que bloquea a su
patria. El pueblo cubano es un pueblo que no puede ser subestimado, su
cultura política, su dignidad, su sentido de la dignidad, que lo ha
llevado a resistir enhiesto, sin rendirse, el bloqueo y las presiones.
El tema no es el dinero, que es mucho en las condiciones de Cuba,
sino la procedencia: dinero manchado de la deshonra; pero, además,
ahora, dinero manchado de sangre, de terroristas. Han recibido dinero
de uno de los hombres que atacó el poblado de Boca de Samá, donde
asesinaron a varios compatriotas, donde dejaron sin piernas a aquella
muchacha que dijo una vez aquí en un acto público: "Nunca más pude ser
feliz en mi vida. No me pude poner los zapatos a los 15 años." Un
hombre que participó en eso, que participó en el intento, en uno más
de todos los intentos de asesinar a Fidel; el hombre cuya voz se oyó
aquí diciendo: "Tira las laticas" y vuela el cabaret Tropicana. Dinero
manchado de sangre, ya no solo dinero manchado de la deshonra del
gobierno que agrede a su patria. En el mundo entero eso se llama, y ha
sido siempre a lo largo de la historia, mercenario: el que trabaja
para una potencia extranjera.
En la guerra de 1868, en la guerra de 1895, en la guerra
revolucionaria y en la guerra norteamericana por la independencia de
Inglaterra, y en las guerras mundiales y en todas las guerras, eso se
castiga severamente; y Cuba es un país en guerra, sometido a una
guerra, no declarada, económica, mediática, psicológica, política, y
es un grave delito, Will, el que cometen.
Y el dinero es en Cuba dinero que les permite derrochar, malgastar
y conspirar contra su patria y contra el pueblo, que ha tenido que
resistir los duros años del periodo especial y que los ve ostentar su
dinero, y que conoce ahora mucho más de este tema, lógicamente.
Sobre el otro tema, nosotros hemos, de manera sistemática y
permanente, hecho llegar a las autoridades, al gobierno de Estados
Unidos, al Departamento de Estado nuestras protestas continuas,
nuestra denuncia de todas estas actuaciones. Están documentados
ampliamente los llamados de atención del gobierno cubano. Ayer, en
televisión, la directora de América del Norte de la Cancillería, la
compañera Josefina Vidal, habló en extenso y presentó las pruebas, las
evidencias de este asunto, y, realmente, lo volveremos a hacer y
seguiremos llamando la atención; pero tenemos un mensaje para el
gobierno de Estados Unidos: "Reflexionen, llámense a capítulo,
investiguen, den la cara y den explicaciones, que el tema es muy grave
y las pruebas son muy amplias y muy sólidas."
Adelante, Paniagua.
José L. Paniagua (EFE).—Yo quería preguntarle sobre un aspecto
que se ha estado comentando en círculos europeos. Algunos países
consideran que lo que ha venido ocurriendo en estos últimos días no
ayuda mucho a esos países que tratan de abogar por la eliminación
definitiva de las sanciones a Cuba. Yo no sé si usted tiene algún tipo
de valoración al respecto.
Y, quizás ligándolo con esto, tengo entendido que en Lima usted
mantuvo reuniones con diplomáticos de la Unión Europea, de la
Comisión. No sé si nos pueda dar algún detalle sobre esas reuniones.
Felipe Pérez.—Bueno, no he leído esos artículos, ni he visto
ninguna declaración oficial de algún representante de la Unión Europea
o de algún país miembro que cuestione el derecho de Cuba a denunciar
públicamente los resultados de una investigación sobre el terrorismo,
y no creo, además, que tendrían razón para hacerlo; es decir, no he
visto que lo hayan hecho, como usted lo ha visto, no he leído eso, y
no creo que tendrían razones para hacerlo. Cuba está actuando en
legítimo ejercicio de su soberanía y sus prerrogativas, y creo que lo
que hay que hacer es reclamarle al gobierno de Estados Unidos que
explique estos hechos tan graves y esta oscura relación de sus
diplomáticos con terroristas, con mercenarios y toda esta actuación
ilegal que viola la ley norteamericana y la cubana.
En Lima sí sostuve contactos con representantes de Europa. Me reuní
con la Comisaria para las Relaciones Exteriores de la Unión Europea,
la señora Benita Ferrero; sostuve contacto con otros cancilleres
europeos y autoridades, y discutimos sobre el estado de las relaciones
entre Cuba y la Unión Europea, y reiteramos nuestra posición del
derecho de Cuba a defenderse de la agresión extranjera, del bloqueo, y
la esperanza de Cuba de que la Unión Europea mantenga una política
independiente hacia Cuba y que las sanciones de 2003, que están
suspendidas, sean definitivamente levantadas; ello crearía un clima
apropiado para avanzar.
Nos interesan las relaciones con la Unión Europea como con
cualquier otro país; pero tienen que ser relaciones basadas en el
respeto a la soberanía, la igualdad soberana y la no injerencia en los
asuntos internos de los países.
Cuba es respetuosa de los demás, pero reclama para sí el mismo
respeto que prodiga a otros.
Gracias.
Moderadora.—Muchas gracias, Ministro. Muchas gracias por su
presencia.