— La persistencia de la familia del periodista español José Couso,
victimado por soldados norteamericanos en Iraq en 2003, abre hoy
nuevas posibilidades en la larga batalla judicial por el
esclarecimiento de su muerte.
Somos optimistas y continuaremos la lucha en España, sin descartar
hacerlo en el extranjero, declaró a Prensa Latina Javier Couso,
hermano del camarógrafo abatido en Bagdad el 8 de abril de 2003.
En ese sentido, admitió la posibilidad de presentar una demanda
ante el tribunal europeo de Estrasburgo contra la actuación de la
fiscalía en el caso que se ventila en España, por impedir la
realización de un juicio justo.
Hace 10 días una sección de la sala de lo penal de la Audiencia
Nacional española aceptó un pedido de la parte fiscal y revocó una
decisión de procesar a tres militares estadounidenses señalados como
responsables de la muerte de José.
Se trata del sargento Thomas Gibson, el teniente coronel Philip de
Camp y el capitán Philip Wolford.
Sin embargo, el juez ripostó cursando una convocatoria a declarar a
los ex ministros españoles de Defensa Federico Trillo y de Asuntos
Exteriores Ana Palacio, quienes ocupaban esas carteras en el gabinete
que en aquel entonces presidía José María Aznar.
El magistrado quiere completar la información que el gobierno de
Estados Unidos transmitió al español sobre la muerte de Couso, abatido
por los disparos de un tanque norteamericano contra el Hotel Palestina
de Bagdad.
En su conversación con Prensa Latina, Javier Couso confirmó que su
familia volverá a pedir el procesamiento de los tres militares y
subrayó la importancia de la citación hecha a la ex sargento del
ejército estadounidense Adrienne Kinne.
Tras la invasión de Estados Unidos a Iraq esa persona tuvo a su
cargo el control de los periodistas del Hotel Palestina y al enterarse
de que iba a ser objeto de un ataque advirtió a sus superiores, pero
fue ignorada, según reveló en un programa de televisión.
Vamos a continuar adelante con todas las iniciativas que el Estado
de Derecho nos permita, porque entendemos que con impunidad no puede
haber democracia, concluyó José.