Quienes necesiten o deseen tener información sobre uno de los
fenómenos más singulares de la cultura popular cubana, la Tumba
Francesa, proclamada Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible
de la Humanidad., poseen desde ayer una inestimable herramienta en
el compendio multimedia que da cuenta de las características de
dicha expresión musical, ritual y escénica vigente en Santiago de
Cuba, Guantánamo y Bejuco (Holguín).
Esta producción, titulada Tumba viva y materializada
gracias a los empeños de la Oficina Regional de la Organización de
las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, el
Consejo Nacional de Patrimonio Cultural y el fondo dispuesto por el
Gobierno de Japón para las tareas de salvaguarda del patrimonio
intangible de la UNESCO, fue presentada en el acto que conmemoró en
La Habana el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y
el Desarrollo.
Con la realización de esta multimedia culminó una etapa de
estudio, sistematización de conocimientos y talleres de intercambios
y rescate, y documentación que contó con la participación integrada
de académicos, artistas y los propios portadores de la manifestación
cultural.
Al explicar la contribución de Japón al proyecto, Kazuhiro
Nakamura, consejero de la Embajada de Tokio en La Habana, explicó la
sensibilidad de las autoridades de su país y de su pueblo ante
procesos culturales sumamente vulnerables que dependen de la memoria
de sus practicantes, lo cual obliga a adoptar medidas para se
preservación.
La Oficina Regional de la UNESCO (ORCALC) presentó también ayer
la nueva versión de la revista Cultura y Desarrollo, esta vez en
formato digital, y el proyecto denominado Inspira, un curso en línea
destinado a la capacitación de quienes están responsabilizados con
la formación de maestros para la educación artística.
Al comentar tales acciones, Herman van Hoff, director de la
ORCALC, subrayó la pertinencia de que vieran la luz en el Día
Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo,
que en Cuba se promueve mediante una jornada que implica a la
entidad que representa, el Ministerio de Cultura y la Comisión
Cubana de la UNESCO, cuya presidenta, la embajadora María de los
Ángeles Flores, concurrió al acto.