El Movimiento Popular Arrocero, modalidad de obtención de ese
alimento con bajos costos, aporta alrededor del 70 por ciento de la
producción de toda la provincia pinareña, en tanto constituye
iniciativa extendida hace varios años al resto de Cuba.
Actualmente suman por encima de 52 mil los cosecheros acogidos a
esa estructura, extendida desde pequeñas parcelas de jubilados hasta
amplios lotes pertenecientes a diversos tipos de cooperativización,
apoyados en su generalidad por expertos del Complejo Agroindustrial
(CAI) Los Palacios, especializado de ese cultivo.
De esos vínculos reciben nuevas variedades de semillas, distintas
opciones de capacitación técnica para granjeros de escasa experiencia
así como la entrega de algunos insumos disponibles, en aras de
mantener los niveles de entrega destinados al consumo de la población
local y de territorios vecinos.
Constituido en el año 1996, el Movimento Popular Arrocero, tiene
presencia significativa en el plano productivo de la provincia
pinareña, Sancti Spíritus y otras del centro\' oriente del país, y su
contribución mantiene, fundamentalmente, la presencia del cereal en
los mercados, aún cuando los precios han fluctuado por múltiples
causa, entre ellas el comportamiento climático.
Paralelamente, en el más occidental territorio cubano el CAI
palaceño, a cargo de las cosechas especializadas, reporta resultados
en la investigación científica, fomentada por su Estación Experimental
adjunta, hecho que deberá repercutir en el mejor empleo de las
tierras, a partir de siembras con simientes de resistencia al cuadro
fitopatológico tropical, a la salinidad y plantadas para cosecharse
fuera de temporada ciclónica.
Estadísticas indican el consumo de arroz en la nación caribeña en
cifra ascendente a alrededor de 550 mil toneladas anualmente, de las
cuales aún se importan más de la mitad, de ahí la validez de
alternativas como la variante popular, consideran directivos del
Ministerio de la Agricultura (MINAG).
Cada idea reviste impacto ante la constante y desmedida alza de
precios de los alimentos y los combustibles y el cambio climático
mundial, factores a los que Cuba suma el efecto del bloqueo yanqui,
por tanto la seguridad alimentaria se convierte en puntal de primer
orden, a cuyo efecto se creó una comisión de trabajo en el Parlamento.