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El Gobierno de Bolivia rechazará cualquier solicitud para implementar
el estatuto autonómico del departamento de Santa Cruz, ratificó el
viceministro de Coordinación Gubernamental, Héctor Arce, en una
entrevista publicada hoy por el diario La Prensa.
"Por supuesto (que rechazaremos), absolutamente todo, y no
solamente nosotros, sino toda la comunidad internacional. No sólo no
nos vamos a quedar pasivos esperando lo que sea vinculante a nosotros,
lo ilegal no pasará y acudiremos a los organismos externos", enfatizó.
La autoridad llamó a los dirigentes cruceños a dejar a un lado esos
procedimientos y sentarse en la mesa de negociaciones para
compatibilizar con el ejecutivo esos preceptos, que pueden constituir
la base para redactar en el futuro un texto autonómico.
Dejemos de hacer acciones de hecho, hagamos la transformación de la
autonomía que el país necesita por la vía legal y constitucional.
Abandonemos esta serie de acciones al margen de la ley que sólo busca
socavar el poder legítimo de un Gobierno nacional legalmente
constituido, declaró.
El funcionario reiteró la posición del ejecutivo de impedir que
ningún mecanismo ilegal se lleve a vías de hecho, y advirtió a los
promotores de ese proceso sobre las posibles consecuencias de esos
actos atentatorios contra la Constitución.
Primero, no se va a permitir que ninguna acción ilegal surta
efecto. Segundo, quienes están actuando al margen de la ley deben
tener en cuenta que tarde o temprano, como cualquier autoridad o
funcionario público, tendrán que responder por sus actos ante la
justicia, aseveró.
Sin embargo, descartó que la administración tenga pensado emprender
alguna demanda legal contra la prefectura del oriental territorio,
como han solicitado numerosas agrupaciones sociales del país en los
últimos días.
El funcionario explicó que bajo las actuales circunstancias Santa
Cruz no será en la práctica una región autonómica, pues para su
funcionamiento como tal, necesitará la aprobación del Estado para
oficializar muchas de las medidas que pretenden aplicar.
Arce analizó la inviabilidad de varias disposiciones económicas
previstas en el estatuto cruceño como la creación de un consejo de
comercio exterior, el establecimiento de un salario mínimo de mil
bolivianos (poco más de 136 dólares) o el cobro de tributos a empresas
petroleras.
La víspera, la Corte Departamental Electoral (CDE) de Santa Cruz
anunció el inicio de la aplicación de los estatutos autonómicos
votados el pasado 4 de mayo, e instauró al prefecto Rubén Costas como
gobernador, hecho considerado por muchos analistas como una
provocación.