Hace unos años vieron la luz dos libros de narraciones de Daniel:
Las palmeras domésticas (Premio Calendario, 1996) y en
trance (Premio David, 1997), pero lo que más ha llamado la
atención a la crítica sobre este joven escritor, es el calado
intenso que hace de las obsesiones humanas, lo mismo en prosa que en
poesía.
Su escritura, moldeada en un tono reflexivo, ondea entre la
tradición y la búsqueda, sin perder de vista las complejas
circunstancias del ser interior.
Además de convenir que Regreso a Utopía es una historia
sobre el desarraigo, ¿cómo la definirías?
"Definirla me es tan difícil como juzgarla. Creo que si la
comparas con la mayoría de las novelas que se escriben hoy, dirás
que es más reflexiva que de acción, quizás muy densa, y que evita
ciertos lugares comunes de la narrativa cubana actual, como el sexo
o la marginalidad urbana. Abundan en ella las reflexiones sobre la
muerte, el amor, la fe y otros temas que tienen que ver con la
libertad individual y el sentido de pertenencia".
Hace muy poco recibiste el Premio Fundación de la Ciudad de
Matanzas, en su convocatoria inaugural, con el poemario Los
senderos despiertos. ¿Cómo recibiste la noticia?
"Fue una sorpresa. Cuando uno ha participado en varios concursos
aprende de algún modo a no esperar. Además, Los senderos¼
continúa la línea de mi libro anterior de poesía, Templos y
turbulencias, en cuanto a que incluye textos en prosa y en
verso, con y sin rima, algunos francamente más narrativos que
poéticos, y esto a veces hace más difícil que se les premie".
A raíz de Templos y turbulencias (Unión 2004), la crítica
te ha distinguido como un poeta de novedoso registro, donde lo
narrativo se funde de una manera muy personal a lo lírico. ¿Qué
lugar exacto le concedes a la poesía en tu obra?
"No puedo darle un lugar exacto. En realidad, creo que se filtra
en todo lo que escribo. Por una parte, he intentado sintetizar,
eliminar cuanto pueda haber de superfluo en textos donde lo
importante es el sentido y no la clasificación de su estructura; y
por la otra, he jugado a difuminar los límites entre los géneros
literarios, a disolver sus fronteras. Si lo que nace de estos
empeños es poesía, debe ser, supongo, porque la poesía es más
esencia que apariencia".
¿Dónde ha dejado su interés por el ensayo, el hombre silencioso y
abstraído que es Daniel Díaz Mantilla?
"No he publicado un libro de ensayos todavía, tal vez un día lo
haga. Pero he publicado algunos ensayos dispersos en revistas como
Temas, La Gaceta de Cuba y, más recientemente, en La Letra del
Escriba. Muchos asuntos que pudiera tratar en un ensayo los he
incluido, también, en los diálogos y los pensamientos de los
personajes en Regreso a Utopía".