Mensaje de valentía por Carlos Bastidas

Katia Siberia García y Leticia Martínez Hernández

El ejemplo del periodista que el asesinato intentó mutilar fue recordado ayer, y más que un recuerdo, el homenaje devino compromiso con la forma valiente y digna de buscar la verdad.

Edmundo Bastidas, rindió homenaje a su hermano periodista.

Tubal Páez, presidente de la UPEC, recordó a los presentes que América Latina es la región del planeta donde más periodistas son asesinados o sometidos a algún tipo de represalias. Solo en lo que va de año ya han sido asesinados 15 reporteros.

Edmundo Bastidas dijo sentirse feliz porque su hermano descanse eternamente en un país como Cuba, y afirmó que vale la pena morir defendiendo las causas justas.

Al Memorial José Martí acudieron además Rolando Alfonso Borges, jefe del Departamento Ideológico del Comité Central, Universi Zambrano, embajador de Ecuador en Cuba, así como otros dirigentes y periodistas.

El célebre pianista Frank Fernández interpretó Remembranzas, obra que compusiera unas horas antes, especialmente para Carlos Bastidas. Y acompañó a la soprano Bárbara Llanes en un breve recital de homenaje.

Peregrinación por el mártir

Hasta el Panteón de los Caídos en Defensa de la Patria, en el Cementerio de Colón, donde al decir de la Heroína de la República de Cuba, la general de brigada Teté Puebla, se guarda lo más sagrado de nuestra historia, acudieron familiares y amigos de Carlos Bastidas.

A la peregrinación asistieron además estudiantes, colegas de medios de difusión, y participantes en el Coloquio por el respeto a la vida de los periodistas. José Dos Santos, vicepresidente de la UPEC, expresó que rendían honor allí no solo a un joven valiente, sino a quien supo enarbolar la bandera de la verdad, quien se convirtió en el último periodista asesinado en suelo cubano y hoy es ejemplo de las nuevas generaciones de profesionales.

El sacerdote católico Bruno Stracieri, amigo de la familia Bastidas, sugirió también que la memoria de Carlos no debe quedar en el adiós, tenemos la voluntad no solo de recordarlo sino de hacer lo que él ha hecho. En consecuencia elogió la frase grabada a las puertas del panteón: la tumba no es fin, es una vida.

 

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