Resplandor en la sala oscura

PASTOR BATISTA VALDÉS

Tras un prolongado período de desgaste físico, descenso en la cantidad, variedad y calidad de las proyecciones; disminución en la afluencia de público a las salas e inclinación por otras opciones y espacios recreativos, el rescate y reanimación de los cines impregna un sello renovador y distintivo en el ámbito cultural y social de Las Tunas.

Vista exterior, cine teatro Manatí.

Esa realidad habría sido muy difícil sin el uso oportuno y cuidadoso de la ayuda ofrecida por el país para elevar la calidad de vida en esta provincia, tanto en el orden material como espiritual y cultural.

Sobre esa base, un total de siete cines —víctimas hasta hace poco tiempo de acumuladas insuficiencias objetivas y subjetivas— muestran ya una situación diametralmente opuesta, con un horizonte mucho más amplio y a tono con las aspiraciones culturales de la Revolución, en tanto a otras tres instalaciones de ese tipo apenas les faltan detalles de terminación y se perfilan nuevas tareas para darles igual vuelco a las ocho restantes, asentadas en diversas partes del territorio.

ESPACIO MULTIPLICADOS

Aún cuando el programa incluiría desde la reparación total del lunetario, condiciones de iluminación, audio, carpintería y pintura, hasta el montaje de modernos equipos para proyectar a pantalla amplia cintas en soporte de video, no hubiera sido inteligente limitar el horizonte a los contornos del séptimo arte.

Las nuevas tecnologías permiten llevar a pantalla grande la imagen grabada en video.

Por ello, como explica Yainet Parra Batista, directora provincial de cine, el proyecto previó desde su inicio el uso polivalente del espacio en función de una cultura general y mucho más integral en la población, a partir de integrar allí otras manifestaciones del arte, aprovechando en muchos casos el propio talento del entorno comunitario y territorial.

Galas, como la que se realizó en el renovado Cine Casiguaya (poblado de Delicias, Puerto Padre) para empezar a festejar el pasado 4 de abril, demuestran que se puede colmar una sala y disfrutar de la actuación teatral en vivo, con las mismas personas que habitualmente concurren a ella interesadas en apreciar un filme.

Ernesto Parra, actor y director teatral, anda pletórico de motivaciones y de proyectos en marcha desde que su grupo (Teatro Tuyo) se asentó en el Cine Teatro 28 de Septiembre (cabecera provincial), donde ahora un número cada vez mayor de personas no solo tienen la opción de ver una de las tres funciones cinematográficas diarias en la gran pantalla, sino también de asistir con sus hijos, nietos, sobrinos y vecinos a los espectáculos infantiles que ofrece la institución cada fin de semana.

"Los viernes —explica— la función tiene un carácter más didáctico, de manera que, junto a la obra, niños y público en general vayan incorporando y ampliando conocimientos acerca del teatro, sus características técnicas, comportamiento en las salas... Los sábados y domingos el espectáculo es igualmente atractivo para los más pequeños, mientras los adultos pueden apreciar, además, obras de arte en la galería del teatro. Ahora, por ejemplo, hay una muestra de grabado, titulada D’efectos, hecha por Osvaldo Ferrer: un joven de esta comunidad que estudia en la Academia Provincial de Artes Plásticas."

Galerías, como esta, en el cine de Jesús Menéndez, devienen nueva opción en favor de la cultura.

Similar ambiente cobra ánimos en cine teatros rescatados del letargo cultural que los signaba (Manatí, en el municipio homónimo; Moncada, en Jesús Menéndez; Yáquimo, en Amancio Rodríguez...), presagiando el rumbo que poco a poco debe acentuarse en otros a punto de quedar listos, como el Iremú (Puerto Padre), Tana (Colombia), 30 de Diciembre (Jobabo), Guayabal (en el litoral sur)...

Ideas así, el espacio que también allí pueden hallar las bandas de concierto creadas en todos los municipios, trovadores, aficionados a la danza, y sobre todo la creciente identificación comunitaria y social con esas instituciones, sientan motivos suficientes para que no palidezca mañana la luz que desde el pasado año comenzó a impregnarle un brillo nuevo a la penumbra en el interior de los cines aquí y, ¡cómo no! en otras partes del Archipiélago.

Validan también ese empeño el arraigo de eventos organizados y defendidos "contra todos los contratiempos" tales como el Festival de apreciación cinematográfica Cinemazul (Las Tunas), el Taller de Crítica Cinematográfica (Camagüey), Festival de Documentales Santiago Álvarez (Santiago de Cuba), Semana de Cine Iberoamericano (Ciego de Ávila), Cine Plaza (Ciudad de la Habana), Cine Pobre (Gibara, Holguín) o el Festival de Invierno (Villa Clara), entre otros.

 

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