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Más de dos mil 700 soldados, marinos y policías fuertemente armados
ocuparon hoy las ciudades de Culiacán y Novolato, en el estado
mexicano de Sinaloa, en un esfuerzo por detener la ola de violencia.
El general Guillermo Galván, titular de la Secretaría de Defensa
Nacional, confirmó la noticia y explicó se trata de una operación
contra el narcotráfico y el crimen organizado que multiplicaron allí
sus víctimas en las últimas semanas.
El contingente está integrado por mil 433 soldados, 500 marinos,
740 policías federales y 50 agentes de la Procuraduría General de la
República, quienes arribaron con vehículos blindados y aeronaves de
apoyo a los dos municipios.
A pesar de esa movilización se reportó en Culiacán, capital del
estado, la muerte en un atentado de Juan Carlos Quiñones al ser
prácticamente acribillado a balazos el vehículo donde se transportaba
por un comando de tres hombres.
Mientras tanto, un enfrentamiento armado entre policías y
narcotraficantes en Ciudad Juárez, estado de Chihuahua, dejó como
balance la muerte de un agente y de uno de los traficantes, mientras
en la misma localidad apareció el cadáver de otro uniformado.
A la vez, el director de la Policía Investigadora Ministerial del
estado de Guerrero Erit Montufar, informó que fueron ultimadas en ese
territorio otras cinco personas.