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Una veintena de muertos y heridos causó hoy la explosión de un coche
bomba cerca de la sede en esta capital del Partido Islámico Iraquí, de
la comunidad confesional musulmana sunita.
Según informes preliminares de la policía, dos personas perecieron
y 18 recibieron lesiones de distintos grados. Varios de los heridos
son afiliados de la organización.
Los agentes precisaron que la detonación ocurrió en el barrio de
Yarmouk, en el oeste de Bagdad, muy cerca del inmueble del grupo
político que comanda Tarek Al Hachimi, actual vicepresidente.
El atentado causó severos daños a edificaciones aledañas e incendió
a cinco coches pertenecientes a miembros del Partido aparcados en el
lugar.
Los antigubernamentales acusan al Partido Islámico Iraquí de
connivencia con las fuerzas de ocupación estadounidense y de respaldar
al gobierno del primer ministro Nuri al Maliki en su política
antinacional.
Por otra parte, el cese de hostilidades en Ciudad Sader, que aloja
a dos millones y medio de habitantes, parecía reforzarse anoche, luego
de la muerte de 11 personas y 19 heridos en combates recientes por la
operación lanzada contra ese barrio capitalino.
Medios de prensa ampliaron que esa tregua sucedió también a los
ataques de grupos insurgentes contra la llamada Zona Verde, contra la
que se calcula fueron disparados un millar de obuses de morteros y
cohetes en los últimos días.
Esa área es la más custodiada del país, por hallarse allí las
embajadas de Estados Unidos y del Reino Unido, y las principales
dependencias estatales.
Por lo menos cinco soldados iraquíes perdieron sus vidas como
consecuencia de la explosión de una mina terrestre en la norteña
ciudad de Mosul la víspera, declaró la policía.
Las fuerzas de seguridad informaron este miércoles el hallazgo en
Bagdad de cuatro cadáveres con señales de torturas y disparos en sus
cabezas, por lo que no se descarta que fueran víctimas de escuadrones
de la muerte asociados con la guerra secreta contra Iraq.