Vecinos del poblado oriental de Bartolomé Masó, Granma,
celebraron hoy los 50 años del Quinteto Rebelde, creado en el fragor
de la guerra en la Sierra Maestra, para "combatir" con música por la
libertad de Cuba.
En ceremonia política y cultural efectuada en el museo histórico
del municipio de Bartolomé Masó, conmemoraron el debut del grupo,
hace medio siglo, en la emisora insurgente Radio Rebelde, donde
actuaron durante la última ofensiva enemiga en el lomerío más alto
de la Isla.
Lourdes Carbonell, directora del Centro Provincial de Patrimonio
Cultural, dijo que el Quinteto es símbolo de la cultura popular, y
la fuerza de su arte, que, comprometido con las causas justas y
revolucionarias, lo inscribe en la memoria histórica del país.
En el agasajo, los actuales miembros del Quinteto Rebelde
recibieron el certificado que los acredita como "Patrimonio vivo", y
la condición de "Hijos Ilustres" del municipio, e interpretaron su
famosa pieza "Hay que cuidar a Fidel".
La víspera, los legendarios músicos recorrieron centros laborales
y escolares del territorio, donde intercambiaron con trabajadores y
estudiantes sobre pasajes de su historia, y en la noche fueron
homenajeados con una gala cultural a cargo de artistas de la
comarca.
El conjunto integró a cinco campesinos de la serranía, a los
cuales inmediatamente se sumó otro, pero conservaron el nombre de
Quinteto Rebelde, de cuyos fundadores siguen activos los hermanos
Eugenio y Alejandro Medina Muñoz, así como Alcides y Rubén La O
Zamora, la voz que los identifica.
Organizado en mayo de 1958, el colectivo actuó en medio de las
batallas memorables de Santo Domingo y El Jigüe, con el objetivo de
desmoralizar al enemigo; hechos que demostraron la importancia del
arte como arma ideológica y de lucha.