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Pese a los gastos multimillonarios del departamento de Defensa
norteamericano, los soldados viven en cuarteles en pésimo estado,
algunos con más de 60 años de uso, denunció hoy el diario USA Today.
El periódico cita los problemas de albergue en varias de las
instalaciones castrenses como Fort Campbell, Fort Drums, y en una
base militar en Georgia, donde fue cerrada una barraca construida
hace más de seis décadas.
Aunque habitables, muchos cuarteles del país requieren atención
constante, lo cual es imposible ante el limitado presupuesto,
precisaron al rotativo varios oficiales.
Tenemos edificios en muy malas condiciones, admitió el general
John A. Macdonald, vice jefe de la Administración de Instalaciones
del Ejército.
Según Macdonald, el 79 por ciento de los cuarteles en este país
tienen 30 años o más.
El escándalo estalló tras la divulgación de un vídeo por Internet
del padre del sargento Jeff Frawley sobre las pésimas condiciones de
vida en Fort Bragg, en Georgia, sede de la 82 división
aerotransportada.
La barraca de mi hijo se cae a pedazos, hay problemas en baños,
tuberías, paredes, además de moho e inundaciones de aguas
residuales, explicó el progenitor del militar, recién llegado de
Iraq.
Tras el anuncio, las fuerzas armadas comenzaron una investigación
que llevó al Pentágono a anunciar un desembolso de 248 millones de
dólares para reparar ocho bases en 2008.
Joe Davis, portavoz de la agrupación Veterans of Foreign Wars,
dijo sentirse enojado por esa situación.
Fuentes militares señalaron que no hay dinero para enfrentar por
el momento el problema.
Sin embargo, el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, reveló
recientemente que sólo la guerra en Iraq supuso hasta la fecha
erogaciones por tres millones de millones de dólares para el
contribuyente norteamericano.