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El gobierno de Estados Unidos debe asumir su responsabilidad en la
atención médica de las personas bajo su custodia, demandó hoy el
diario La Opinión.
Este principio se aplica tanto a los reclusos de prisiones
federales como a los indocumentados en centros de detención bajo
jurisdicción de la oficina de Control de Inmigración y Aduanas,
destaca el periódico en una editorial.
La publicación recuerda que los centros de detención se han
caracterizado por una falta de humanidad con los detenidos gravemente
enfermos que llegó incluso a conducirlos a la muerte.
Entre los casos cita el de Víctor Arellano, a quien le negaron
medicinas para tratar el SIDA, y el de Francisco Castañeda, quien
murió de cáncer por no recibir autorización para someterse a una
biopsia imprescindible para su tratamiento.
La Opinión resalta el proyecto de ley presentado por la
representante demócrata Zoe Lofgren, que exige un estándar obligatorio
de atención médica, en lugar de las actuales normas voluntarias.
Asimismo, la iniciativa solicita al secretario de Seguridad Interna
informar al Departamento de Justicia sobre las muertes en un lapso de
48 horas de acaecidas, además de dar un reporte anual al Congreso.
Esperamos que esta medida no caiga víctima del agrio debate
migratorio, aquí el tema es lo que ocurre en las más de 300 prisiones
y centros de detención dirigidos por el gobierno o empresas privadas,
subraya el rotativo.
Recientemente, El Diario La Prensa llamó a los candidatos
presidenciales y el resto de las autoridades estadounidenses a
corregir la ineficiencia del sistema penitenciario nacional.
Por su parte, The New York Times destacó que con menos del cinco
por ciento de la población mundial, Estados Unidos mantiene tras las
rejas al 25 por ciento de los presos del orbe.
En esta nación más de dos millones 300 mil personas viven en
centros correccionales.