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La antorcha olímpica concluyó hoy su recorrido por tierra cantonesa
al producirse la carrera de relevo en la ciudad de Shantou, en el
noreste de esta industrializada provincia del sur de China.
La llama sagrada visitó el pasado siete de mayo la ciudad de
Guangzhou, una urbe de alrededor de 12 millones de habitantes, que
es la capital provincial, en el superpoblado delta del río Perla,
donde se encuentran también Hong Kong, Macao y Shenzhen.
Precisamente Shenzhen, una zona económica especial de
sorprendente desarrollo en las últimas tres décadas, fue la segunda
escala de los portadores de la antorcha, con la participación de
destacados deportistas locales.
En todos los recorridos, además de la población, tomaron parte
deportistas cantoneses que han conquistado medallas olímpicas y
mundiales en diversas disciplinas, o han tenido un papel relevante
en campos tales como el ajedrez.
El recorrido hizo un alto para que el equipo de montañistas
portadores de parte de la llama terminara de escalar el pasado ocho
de mayo el último tramo hacia la cumbre del monte Everest, en la
cima del mundo.
La tercera escala del fuego olímpico, que aún debe pasar por
alrededor de un centenar de ciudades de China antes de llegar a
Beijing el ocho de agosto, fue la aglomeración de Huizhou, surgida
prácticamente de la nada y cuenta con tres millones de habitantes.
La última etapa fue realizada hoy en Shantou, a pesar de una
intensa lluvia, al iniciar la arrancada el primer corredor, Cai
Yanshu, de 44 años, ex campeón mundial de pesas en 1989 en la
categoría de 75 kilos.
Este periplo coincidió con el descenso al campo base del
Qomolagma (nombre tibetano del Everest), a unos cinco mil metros de
altura, de los integrantes del grupo de escaladores que realizaron
la proeza de llevar la llama de los Juegos a la cima del mundo.