Cuba refrendó su condición de potencia del judo mundial, al clasificar completa a su escuadra masculina y a cinco de sus siete mujeres a los Juegos Olímpicos de Beijing, tras finalizar este viernes en Miami las competencias individuales del Campeonato Panamericano, del cual la comitiva antillana se despidió con tres doradas.

Braison cerró con triunfo y desquite.

Yordanis Arencibia, actual subcampeón mundial de los 66 kilogramos, no tuvo rivales en la lid y en la final arrolló al ecuatoriano Roberto Ibáñez, mientras su compañero Oscar Braison tomó desquite de Walter Santos, un brasileño que en la división de más de 100 kg lo había derrotado. Ahora, en la categoría abierta, en solo dos minutos de combate, lo doblegó con la máxima nota de Ippon.

"Fue muy estimulante para él ese desquite. Es cierto que una competencia como los Juegos Olímpicos no da esa oportunidad, pues solo se compite en la superpesada y no en la libre, pero pudo demostrarse a sí mismo que tiene todas las posibilidades para vencer en cualquier escenario", dijo desde la sede Justo Noda, preparador del elenco masculino de la mayor de las Antillas.

También medallistas, pero de bronce, fueron Yasmani Piker (60) y Ronald Girones (73).

Yanet Bermoy (48) volvió a demostrar su clase mundialista, al venir de abajo para doblegar por el cetro a la difícil brasileña Daniela Polzin, en tanto su coequipera Yurisleidys Lupetey (57) terminó en medalla de bronce, en peso donde la estadounidense Valerie Gotay superó en la final a la colombiana Yadinys Amaris.

En los 52, la venezolana Flor Velásquez dio la gran sorpresa al ganar la presea dorada por encima de Erica Miranda, la subtitular de Río de Janeiro’07. María García, de República Dominicana, y Aminata Sall, de Canadá, completaron el único cuadro de medallistas que no tuvo una bandera cubana en la ceremonia de premiación.