Tras cinco intensas jornadas hoy viernes se despide la XXVlll
Feria Internacional de Turismo de Cuba FITCUBA 2008, cual vitrina
anual del sector en este destino, dotado como pocos con disímiles
bondades para incursionar aventajadamente en la llamada industria
sin chimeneas.
Esta versión sirvió para ratificar que el país antillano se
pronuncia por un turismo con calidad que ofrezca los valores más
auténticos de la identidad nacional, vocación puesta de relieve
desde el martes en su recinto ferial del Parque Histórico
Morro-Cabaña, donde se dieron cita más de mil delegados foráneos, de
ellos un centenar de periodistas.
En presentaciones, lanzamientos de productos y un ciclo de
conferencias, la bolsa más importante del giro dejó bien claro que
se busca promover a la ínsula como propuesta más completa y
abarcadora, que excede los programas meramente de sol y playa, para
brindar un turismo de historia, cultura, congresos, incentivos,
salud y seguridad.
Existe la voluntad de articular la programación de los eventos
artísticos y literarios a las agendas turísticas, de modo que ambos
rubros se enriquezcan hasta el punto de que realmente la cultura
marque la diferencia y decida también a la hora de que los viajeros
opten por el sitio para sus vacaciones.
El potencial de la integración de la cultura y el turismo, tema
de esta Feria, constituye una asignatura con muchas aristas todavía
por explotar y con un papel determinante en los afanes de ponderar
lo cubano, lo verdaderamente autóctono, aquello que nos hace
singulares.
Momento igualmente de balance, en el encuentro comercial, Manuel
Marrero Cruz, titular del ramo, recordó que en la pasada edición se
hicieron públicas medidas encaminadas a frenar el decrecimiento del
arribo de visitantes reportado desde el 2006 y cuyos primeros
resultados positivos se obtuvieron ya en septiembre del año
siguiente, que cerró su segundo semestre con un crecimiento del
4.5 por ciento.
Tal tendencia al alza, agregó, ha continuado y por ello por
primera vez en abril último se recibió el primer millón de viajeros,
justo con 22 días de antelación al logro de esa cota en el período
precedente.
El incremento acumulado de las llegadas internacionales en estos
meses iniciales del ejercicio en curso es de un 15 por ciento, en
tanto Canadá, Reino Unido, España, Italia, Alemania, Francia y
México, en ese orden, puntean como los principales mercados
emisores.
Sin falsas expectativas se advierten ya modestos avances en la
calidad del producto y en los servicios, y a los ascensos de las
cifras de veraneantes se unen, además, más ingresos y mejora de los
niveles de eficiencia.
Entre las prioridades de la rama están el desarrollo de acciones
para seguir elevando de manera permanente la calidad del producto
turístico del Destino Cuba, establecer una política más efectiva en
materia de promoción y publicidad, impulsar los procesos
inversionistas y materializar los negocios que sean más beneficiosos
para la ínsula.
Y a propósito de tales proyecciones, en las sesiones de FITCUBA
2008 trascendió que en la actualidad 14 gerencias extranjeras operan
62 hoteles, con más de 24 mil habitaciones; en tanto se hallan en
negociaciones avanzadas 21 nuevos proyectos con 16 empresas
foráneas.
Aunque todavía resulta temprano vaticinar cuándo se alcanzarán
los dos millones de viajeros, el máximo responsable del rubro
adelantó que mayo camina bien y que se laborará con pronósticos de
aumentos importantes, todos los meses por encima de idéntico momento
del 2007. Por ello si en la pasada temporada se concretó el segundo
millón después del 20 de diciembre; ahora es muy posible que su
reporte ronde los días iniciales del último mes del año.
Para coronar de éxitos tales empeños, el Destino Cuba posee a su
favor los avales de su naturaleza conservada, sin contaminación, su
relevante cultura, los índices de seguridad, salud, educación,
tranquilidad ciudadana, estabilidad política, ausencia de drogas, el
nivel de su infraestructura hotelera y extrahotelera, y una
empleomanía muy calificada.
Los desafíos en contra no son, precisamente, pocos ni menores y a
la cabeza se sitúa el férreo bloqueo de Washington, también incisivo
en esta dirección.
Buen momento es este para la actividad turística en el país, y si
al inicio de la Feria se reportaban alzas en los arribos y
alentadores indicadores en el resto de la operación turística, en su
despedida FITCUBA 2008 deja asimismo como cosecha buenos augurios,
que pasan necesariamente por requerimientos de más y mejor trabajo,
y sin perder de vista el panorama mundial, con secuelas como el
encarecimiento del petróleo y los alimentos, y otras amenazas de
diverso perfil, entre ellas el cambio climático.