Celia en vida

René Castaño

Los apellidos Sánchez Manduley traen a la memoria la sensibilidad humana de una gran mujer, su alegría, su intransigencia y lealtad a Fidel y a la Revolución.

Hoy cumpliría Celia 88 años de edad. Su sonrisa, que no conoció calendarios, se reconoce en las mujeres incorporadas al estudio y al trabajo desde los primeros años de la Revolución, en las personas a las que le tendió la mano en momentos difíciles, en las obras donde estampó su huella.

Fue ella la más fiel intérprete y ejecutora del pensamiento de Fidel. Secretaria de la Presidencia, y del Consejo de Ministros, luego sería Secretaria del Consejo de Estado, fundadora y miembro del Comité Central del Partido y diputada a la Asamblea Nacional.

No hubo obra social, plan o tarea a la que no le dedicara esfuerzo y total entrega. Hizo posible lo aparentemente imposible. Incorporada a la lucha clandestina y guerrillera en los años cincuenta, en el llano y en la Sierra fue ejemplo de dedicación, sencillez y solidaridad.

Su nacimiento nos recuerda hoy que está de vuelta a la vida, y vive aquí, en el amor de su pueblo, en la obra creadora de la Revolución.

 

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