Con el reciente programa de rehabilitación y saneamiento de la
edificación, y de enfrentamiento a ilegalidades e indisciplinas
sociales, acordado por el Consejo de Administración Provincial de
Ciudad de La Habana, esta instalación casi nonagenaria va tomando
nuevos aires.
En tal empeño trabaja un equipo multifactorial integrado por
inspectores de la Dirección Integral de Supervisión, la Comisión del
Sistema de Prevención y Atención Social, la Fiscalía, miembros de la
Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y de otras instituciones del
Ministerio del Interior, además de varios organismos
Aunque todavía no podemos decir que hemos erradicado todos los
problemas, sí le aseguro que ya se ve una transformación grande en las
áreas internas y externas del Mercado, afirmó a Granma Carlos
Hernández Rodríguez, coordinador de la zona 53 de los CDR del
municipio de La Habana Vieja. "La comunidad se ha ido sumando y nos
está respaldando en el enfrentamiento a la ilegalidad y a la
indisciplina".
Bárbara Vilches, secretaria de la Comisión Provincial del Sistema
de Prevención y Atención Social, explica sobre la ayuda realizada, la
reinserción al medio familiar y a la comunidad donde residen,
servicios de alimentación protegida, empleo de asistentes sociales a
domicilio para los casos de ancianos que viven solos, y prestaciones
económicas y en especie.
En los últimos tres operativos realizados en áreas del Mercado de
Cuatro Caminos fueron detectados más de 50 vendedores de productos
industriales y artesanales de dudosa procedencia.
Según informó Tirso Ulacia Santana, supervisor provincial y jefe
del Puesto de Mando del Gobierno de la capital, el Decreto Ley 174
permite la imposición a estos individuos de multas de hasta 1 500
pesos; si reinciden en ese actuar son denunciados ante la Fiscalía o
la PNR. Los artículos ocupados son decomisados y enviados a
instituciones donde se les dé utilidad social. Además investigan la
procedencia de los bienes ocupados. Ya un grupo de individuos ha sido
procesado y sancionado penalmente.
Hasta ahora faltaron los operativos sistemáticos —añade. Hacíamos
enfrentamientos por rachas, imponíamos multas y al paso del tiempo el
vendedor ilegal retornaba al lugar como si no hubiera pasado nada; no
se sentía el peso de la Ley.
Los trabajadores del Mercado palpan los resultados del programa del
cual son partícipes. Así lo confirmó Esmeralda Domínguez,
administradora de El Melaíto, una de las unidades de la Empresa de
Comercio y Gastronomía de La Habana Vieja asentadas en el lugar. "Aquí
había más vendedores ilegales que gastronómicos. Ofertaban velas,
tabacos, jabas, algunos hasta productos cárnicos crudos. Esto afectaba
grandemente la venta.
Reinier Torres, dependiente de la propia unidad, corroboró que en
esta última quincena las ventas han mejorado. Y también el ambiente
del lugar, acotó.
En opinión de José Bonet, administrador del salón central, las
medidas tomadas nos han beneficiado mucho. Antes trabajábamos con
intranquilidad; los ilegales nos enfrentaban con mala forma, nos
faltaban el respeto. Hasta nos amenazaban. En las reuniones del
Partido y del Sindicado solicitamos un apoyo como este, pues la
indisciplina social era muy grande y se habían adueñado prácticamente
de los portales y del entorno del Mercado.
En el salón de venta de animales vivos supimos de otra experiencia
contada por su administrador Eduardo López Brito: "Hace más de un año
teníamos vendedores, llamados jineteros, que ‘cazaban’ al cliente en
las áreas del mercado y le proponían la venta de animales a precios
más baratos que tenían guardados en locales cercanos. La
Administración y el Partido tomaron medidas y resultaron sancionados
laboralmente los trabajadores vinculados a ellos. Además conversamos
con esos individuos y les propusimos trabajar legalmente, con el pago
de impuestos por medio de la declaración jurada, y logramos que más
del 50% se incorporara al Mercado y no han tenido problemas".
Clientes del centro interrogados por estos reporteros abogaron por
mantener este enfrentamiento, de manera que permita cerrar las brechas
al delito y a la indisciplina. Pero también señalaron la necesidad de
rescatar la imagen y construcción del local, hoy sumamente
deterioradas.
Para lograrlo, explicó Andrés Díaz, administrador de la
instalación, el programa incluye un proceso de rehabilitación
constructiva y la implementación de nuevos servicios. Los proyectos
están, y las obras empezaron a ejecutarse por el área de almacenes.
En ese camino, la calidad, la organización y el control deberán
andar también muy unidos.