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Las autoridades costarricenses manifestaron hoy su preocupación por
el ritmo creciente de los asesinatos en el país.
Cifras del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) indican que
de enero a la fecha, sólo en esta capital, los criminales
perpetraron 70 homicidios, la misma cantidad alcanzada de enero a
agosto de 2007.
El director de esa entidad, Jorge Rojas, detalló que varios de
los casos están relacionados con muertes por encargo, situación que
se ha enraizado en el país.
Rojas dijo al diario La Nación que es tan alta la cifra de
crímenes que urge reforzar a los investigadores pues ya no dan
abasto.
Cada agente de homicidios tiene a su cargo cinco casos, algunos
de complejidad que requieren incontables horas de pesquisas, explicó
el funcionario.
Estadísticas de la OIJ indican que el año pasado se registraron
321 homicidios en el territorio nacional.
En el 65 por ciento de los casos los asesinos usaron armas de
fuego, particularmente revólveres calibre 38 y pistolas de nueve
milímetros.
La tenencia legal e ilegal de armas en Costa Rica va en aumento,
pues mientras en 1989 se inscribieron mil 805 armas de fuego, en
2006 la cifra llegó a seis mil 18, para un total de 91 mil 253
matrículas en ese período, aseguran fuentes oficiales.
Se estima que en esta nación centroamericana, con poco más de
cuatro millones de habitantes, hay más de 273 mil armas ilegales.