Un artículo firmado por Raúl Zibechi recordó que Washington sigue siendo capaz de fabricar crisis como lo esta demostrando en estos días en Bolivia.

Añadió esta es una primera reacción con proyección de largo aliento por parte de Estados Unidos luego del ataque colombiano a Ecuador que hizo temblar el tablero regional y puso en evidencia la debilidad de la superpotencia y el aislamiento de sus aliados.

La decisión estadounidense se registra en un momento de particular tensión en Suramérica y de extrema volatilidad en los mercados sin olvidar que un tercio de las importaciones de petróleo norteamericanas provienen de Venezuela, México y Ecuador, dijo.

El articulista planteó que esto convierte a la región en un espacio estratégico para mantener la supremacía económica y militar de ese país, quien ha venido cosechando una serie de derrotas en el área.

Ante la desestabilización provocada por la feroz especulación del capital que está provocando alzas espectaculares en los precios de los alimentos, la reactivación de la IV Flota apuesta a un intervencionismo de carácter aeronaval y no terrestre, recalco.

Aseguró que al estar empantanado en Iraq y Afganistán, el Pentágono no dispone de fuerzas terrestres para distraer en otros teatros de operaciones y apuesta a medios navales y aéreos para controlar una región cada vez menos amable.