Las alianzas energéticas con
compañías extranjeras destacan en la estrategia de la industria
petrolera venezolana, orientada a desarrollar el enorme potencial de
hidrocarburos localizado en zonas como la Faja del Orinoco.
Según el ministro venezolano de Energía y Petróleo, Rafael
Ramírez, en el proceso de cuantificación y certificación de las
reservas en la mencionada zona intervienen empresas de cinco
naciones suramericanas, entre ellas Petrobrás (Brasil), ENAP
(Chile), Enarsa (Argentina) ANCAP (Uruguay) y Petroecuador.
Asimismo, se suman a esos esfuerzos compañías como Statoil
(Noruega), Total (Francia), ONGC (India), Chevron Texaco (Estados
Unidos), CNPC (China), Repsol (España), Lukoil y Gazprom (Rusia),
entre otras.
Con ello, indicó el propio Ramírez, se ha logrado la
certificación de nuevas reservas en la Faja del Orinoco, de ellas 26
mil 200 millones en el campo Carabobo, 12 mil 900 millones en Junín
y dos mil 900 millones en el Ayacucho, con la participación de
firmas foráneas.
A manera de ejemplo, este año ya se han sumado 30 mil millones de
barriles a los inventarios probados del país, los cuales alcanzan ya
los 130 mil millones de toneles.
Estas acciones se complementan con la política de plena soberanía
petrolera aplicada por Venezuela, la cual determino la migración a
la figura de empresas mixtas los antiguos convenios operativos y
asociaciones económicas.
De esa forma, la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) participa
en los negocios como socio mayoritario, con un mejor aprovechamiento
de los ingresos procedentes de la venta de hidrocarburos para la
ejecución de proyectos de amplio impacto social.