El presidente ruso, Dimitri
Medvedev, instó hoy a recordar las lecciones de la Segunda Guerra
Mundial al conmemorarse aquí el aniversario 63 de la victoria contra
el fascismo.
Los conflictos armados son avivados por quienes persiguen
ambiciones irresponsables que se superponen a los intereses de
países, continentes enteros y de millones de personas, afirmó
Medvedev desde una tribuna en la Plaza Roja de Moscú.
Consideró que para evitar una tragedia parecida deben enfrentarse
con seriedad los intentos de atizar odios raciales o religiosos,
propalar la ideología del terror, extremismo y de intervenir en los
asuntos de otros estados.
Llamó a respetar el derecho internacional sin el cual no es
posible una vida segura y un orden mundial justo.
Al felicitar a los veteranos de la Gran Guerra Patria
(1941-1945), a soldados, marinos, oficiales, generales y almirantes,
el flamante mandatario reconoció al Día de la Victoria como la
fiesta más popular y sagrada que constituye un símbolo de la unidad
nacional.
Resaltó al mismo tiempo las lecciones de sincero patriotismo
demostrado por los combatientes, quienes no pusieron de rodilla al
país y gracias a ellos el 9 de mayo será siempre el día de la
liberación de nuestro pueblo, enfatizó Medvedev.
Nuestros padres y abuelos, destacó, soportaron pruebas
sobrehumanas pero mantuvieron la soberanía y la independencia de la
Patria, transmitieron una gran fe en el triunfo de la verdad, la
vida, de la fuerza nacional y de la libertad.
Los protagonistas de la victoria contra el fascismo abrieron para
las jóvenes generaciones una época de logros y triunfos pacíficos,
según el jefe de Estado juramentado en el cargo hace dos días.
Esos difíciles años de la Gran Guerra Patria nunca serán
olvidados, pues comprendemos profundamente su carácter determinante
en el destino del mundo y la dramática carga que pesó sobre esa
generación, dijo.
Al referirse a ciudadanos de las antiguas repúblicas soviéticas y
del frente antifascista, Medvedev reconoció el aporte de millones de
personas de distintas nacionalidades, quienes hombro con hombro se
enfrentaron al enemigo común.
No olvidaremos la heroica defensa de Moscú, Leningrado,
Stalingrado y las batallas de Kursk y por la liberación de Europa.
Preservaremos la memoria, sentenció el presidente ruso.