Irán
ha roto el apartheid nuclear que tiene Occidente, y es eso lo que les
molesta a los poderosos. Sin embargo, pensamos que nuestro logro en el
dominio de esta tecnología para uso pacífico puede servir a todas las
naciones pobres, es decir, con este paso se abre un nuevo capítulo en
la cooperación Sur-Sur.
Así lo definió el embajador de la República Islámica de Irán, señor
Mostafa Alaei, en entrevista para Granma.
El diplomático explicó que Teherán, tras varios años de esfuerzo
científico y tecnológico, ya logró completar el ciclo para el
enriquecimiento del uranio con propósitos pacíficos, y que al respecto
ya se han instalado más de 3 000 centrífugas.
"Las potencias occidentales, mientras tanto, han hecho todo lo
posible por impedir este salto tecnológico. Han puesto obstáculos y
condicionamientos. Pero si antes, cuando empezamos, no pedimos permiso
a nadie, ahora que completamos este desarrollo, con menos razón
tendríamos que pedirlo", enfatizó el diplomático.
Destacó el ambiente de confianza creado por el Gobierno persa, y al
respecto dijo que los más altos funcionarios de la Agencia
Internacional de Energía Atómica han visitado el país, y las
autoridades han respondido todas las preguntas formuladas sobre su
desarrollo nuclear.
Manifestó que ahora se ha creado una nueva realidad, por cuanto
Irán forma parte ya del club de estados que dominan la energía nuclear
—en este caso para fines pacíficos— y, por tanto, está capacitado para
hablar de tú a tú con cualquier otro Gobierno sobre ese y cualquier
tema.
En igual sentido, planteamos que si Irán debe ser supervisado en su
actividad nuclear, todos los países que posean esta tecnología deben
estar bajo igual escrutinio, recalcó. Eso se llama compromiso
colectivo, concluyó.