Montaner, terrorista, perteneció a las unidades CIA
del Ejército yanki
JEAN-GUY ALLARD
Carlos Alberto Montaner, el comentarista contrarrevolucionario
radicado en Madrid, quien acaba de participar en la embajada yanki
en España a una reunión mafiosa, perteneció a las Unidades Militares
Cubanas del Ejército de Estados Unidos, conformadas por la CIA a
principios de los años sesenta.
Carlos
Alberto Montaner, un mercenario de la CIA.
Se decía en 1963 "líder" de estas tropas mercenarias —en las
cuales se encontraba también Luis Posada Carriles. Lo revela un
cable de la agencia norteamericana UPI del 20 de julio de ese mismo
año.
Fechado desde Miami, el documento, que confirma el reclutamiento
de Montaner por la Inteligencia norteamericana, fue retomado por The
New York Times al día siguiente.
El articulista que Washington usa de "intelectual" de servicio y
que sigue atacando a Cuba en crónicas retomadas por órganos de
prensa de América Latina afiliados a la Sociedad Interamericana de
Prensa, dijo a la United Press International que "una nueva
organización del exilio planeaba extensas acciones contra el régimen
de Fidel Castro".
Líder
de las Unidades Militares Cubanas de la CIA, según reportó The New
York Times en 1963.
Hace unos días en Madrid, Montaner, fiel a su misión de agente
servil, participó en un encuentro secreto encabezado por Caleb
McCarry, procónsul designado por Bush para administrar su plan de
anexión, junto al ex monarca madrileño de la pizza Leopoldo
Fernández Pujals, reconvertido en conspirador, siempre con la
complicidad del embajador yanki, que con tanto celo encubrió a los
viajes secretos de aviones de la CIA a territorio español.
"LÍDER DE LAS UNIDADES MILITARES
CUBANAS"
El cable de UPI señalaba textualmente que "Carlos Alberto
Montaner, un líder de las Unidades Militares Cubanas, dijo ayer que
acciones anti-Castro empezarán desde una base secreta en el Caribe".
Las
bombas de la CIA fueron colocadas por Montaner y otros terroristas
en lugares públicos.
En el mismo texto, Montaner niega que esta base esté en
Nicaragua, pero llega hasta precisar que "la mayoría de sus hombres
han integrado la US Army y recibido un entrenamiento especial".
La descripción corresponde exactamente a las unidades militares
constituidas a partir de abril de 1962 por la CIA para
infiltraciones de sabotaje en Cuba. Posada Carriles fue uno de estos
mercenarios reclutados por la agencia y entrenado en el uso de
explosivos, las técnicas de secuestro, tortura y eliminación de
personas en el marco de las operaciones sucias promovidas por
Washington contra Cuba.
En septiembre de 1960, cuando la muy joven Revolución cubana ya
enfrentaba las agresiones de Estados Unidos, Carlos Alberto Montaner,
hijo de papá frustrado, viaja a Estados Unidos para ofrecer sus
servicios al Frente Revolucionario Democrático (FRD), organización
contrarrevolucionaria subordinada a la CIA que dirigía desde la
Florida "Tony" Varona.
El FRD había sido creado por el operativo CIA E. Howard Hunt (el
del escándalo Watergate), expresamente para desarrollar acciones
terroristas. En esta tarea para la cual seleccionaba elementos
contrarrevolucionarios e informantes de la dictadura bastistiana,
Hunt colaboraba estrechamente con su socio David Atlee Philips.
VECIANA RECONOCERÁ LA PRESENCIA DE
LA CIA
El 30 de diciembre de 1960, los diarios Hoy y Revolución citando
a investigadores antiterroristas de la época, anunciaban en La
Habana el arresto de varios miembros de esta organización
terrorista. Entre los terroristas capturados se encontraban Carlos
Alberto Montaner y el inventado paralítico y poeta Armando
Valladares, años después embajador de Ronald Reagan en Ginebra,
sorprendidos el día 26 de ese mes en su domicilio de Calle 88ª,
número 309, en posesión de un arsenal de artefactos incendiarios.
Aquellas "petacas" proveídas por la Agencia, eran idénticas a las
usadas en toda una serie de atentados ocurridos por esos días en
tiendas, cines y otros lugares públicos, para ensangrentar el fin
del año.
En julio del 2007, en un conocido programa radiofónico de Miami,
el terrorista Antonio Veciana confirmaba que las "petacas
incendiarias" que provocaron el gigantesco incendio de la tienda El
Encanto, en el corazón de La Habana, el 13 de abril de 1961, y
causaron la muerte de Fe del Valle, procedían directamente de los
arsenales de la Agencia Central de Inteligencia.
El periódico Revolución del 18 de enero de 1961, en su página
cuatro, anunció que "en la causa 6-61, radicada por los delitos de
estragos y tenencia de materias inflamables, en que aparecían entre
otros acusados: Carlos Alberto Montaner Suris, Alfredo Carrión
Obeso, Néstor Manuel Piñango Pérez y Víctor Jorge Fernández Romero,
fueron sancionados a 20 años de reclusión, respectivamente".
Montaner, detenido en una institución para delincuentes menores
de edad, pronto se fuga con la ayuda generosa de su mamá, Manola
Suris, para buscar luego la protección de una embajada complaciente.
Saldrá de Cuba por avión hacia Miami, con un salvoconducto, el 8 de
septiembre de 1961.
En una entrevista firmada por Ángel de Jesús Piñera, publicada el
27 de abril de 1962 en la revista Avance, de Miami, Montaner se
jactó de haber pertenecido en Cuba al grupo terrorista Rescate
Estudiantil del FRD, en el cual, decía, compartió "la jefatura
nacional de Acción y Sabotaje" con su amigo Alfredo Carrión Obeso.
EN MADRID, EL AGENTE DE LA CIA SE
ASOCIA AL PP
Desde Madrid, donde la CIA le ordenó asentarse, Montaner no solo
será la antena más visible del mecanismo de desinformación
norteamericano contra Cuba, sino que se mantendrá en contacto con
elementos terroristas de su misma filiación.
Colabora, en el curso de los años, con organizaciones batistianas,
y será más tarde uno de los puntos de contacto entre la Fundación
Nacional Cubano Americana (FNCA) y los círculos de la extrema
derecha española.
Ello se ilustra el el 23 de septiembre de 1994, ocasión en que
José María Robles entonces capo del falangista Partido Popular de
España, visita a Miami, y Carlos Alberto Montaner está ahí para
recibirlo en el aeropuerto.
Lo hará al lado de Antonio "Toñin" Llama, director de la FNCA, el
mismo personaje que luego aparece como dueño del barco terrorista La
Esperanza, interceptado en 1998 en Puerto Rico con un grupo de
terroristas que se proponían atentar contra la vida del Presidente
Fidel Castro. Llama es quien en junio del 2006 confiesa al Herald
haber comprado por cuenta de la FNCA helicópteros teleguiados para
bombardear una concentración popular en la habanera Plaza de la
Revolución y otras armas para realizar atentados.
Con la llegada al poder de José María Aznar, cuya maquinaria
electoral fue engrasada por sus socios de Miami a cambio de
privilegios financieros en España (de ahí la venta fraudulenta de
Sintel), Montaner colabora para la fundación de la filial española
de la FNCA.
Con Aznar en la Moncloa, Montaner y su agencia prosperan,
conectándose a una red de diarios sudamericanos alineada con la SIP,
la asociación de editores de las oligarquías del continente, creada
por el difunto agente de la CIA Jules Dubois.
En el 2006, el nombre del agentazo Montaner, aparecerá en una
lista de periodistas de Miami que alquilan su pluma al Office of
Cuba Broadcasting (OCB) —el barco madre de Radio y TV Martí— la
maquinaria de propaganda anticubana del gobierno norteamericano.
Allí firma y cobra con su amiga, la comentarista O¢ Connor, vieja
colaboradora de la Inteligencia imperial.
Medio siglo después de sus funestas aventuras con el FRD-CIA,
Montaner se pasa hoy el tiempo conspirando con los que aguantan su
autosuficiencia, errando entre su residencia del Parque del Retiro
en Madrid, sus jardines y su estanque, y su propiedad horizontal de
Brickell Avenue, en Miami. Sigue al servicio de la Agencia, aunque a
sus 65 años con serios problemas cardiacos y un estado general de
salud bastante deteriorado. |