Entre
las manos de Robertico Carcassés cobró vida un proyecto que ya puede
reclamar el título de pionero de la timba-funk, como él mismo define
su quehacer creativo. El primer viernes de este mayo celebró en la
Casa de Cultura de Plaza sus cinco años de llevar a cuestas esa
mixtura a la que se añade jazz, rock y rap.
Lo que pareció comenzar como un juego de amigos que "descargaban
aprovechando la química entre ellos" —recuerda Carcassés— consiguió
popularidad tras una presentación sobresaliente que impresionó a los
asistentes al Teatro Nacional. Igualmente determinó en el ascenso
del grupo el Premio Cubadisco (su primer fonograma, Goza Pepillo)
y la colaboración con el polifacético cantante y compositor
brasileño Lenine, por quien sienten "gran afinidad desde que lo
escuchamos por primera vez y fue un privilegio que él aceptara venir
a Cuba para tocar con nosotros".
Después de navegar cinco años por escenarios nacionales
derribando barricadas estéticas y culturales que separan ciertos
géneros —y públicos—, esta especie de "club de amigos ambulante" ha
mantenido una trayectoria marcada por la hibridación sonora y
sostenida por un grupo de intérpretes que despachan ritmos tan
lúcidos como alegres, lo mismo que si vivieran en una película de
los hermanos Marx.
"Yo colaboraba con varios colegas músicos, entre ellos Yusa,
Telmary Díaz, Francis del Río, William Vivanco, Julio Padrón... De
pronto, me di cuenta de que unirlos en un proyecto común era algo
muy tentador y en este camino, nuestro primer concierto en el barrio
marianense de Pogolotti fue una gran experiencia. Allí se empezó a
demostrar que para la gente Interactivo es un fenómeno pintoresco,
de mucho colorido y alegría", revela Carcassés a la entrada del
estudio PM Récords, donde compartió con Granma par-te de las
ideas que desde hace algún tiempo lo vienen visitando en sueños y en
su ruta diaria hacia los ensayos.
Lo hace una de estas noches, cuando el reloj apenas rozaba las
9:00 p.m. y su cuerpo cansado mostraba signos de satisfacción por su
reciente regreso de Sant Boi de Llobregat, en la periferia de
Barcelona adonde llegaron para participar en un festival organizado
por Sergio Ramos, baterista de la banda española Ojos de Brujo, y
para impartir un seminario de cajón.
El líder de Interactivo, de 35 años y graduado de la Escuela
Nacional de Arte (ENA), aprovechó la oportunidad para imprimir su
sello en el próximo disco de esa banda ibérica y rememorar el
espectáculo que ambas agrupaciones ofrecieron hace pocos años en el
teatro Karl Marx, que cobró categoría de acontecimiento dentro de la
escena de la música local.
Si bien las nuevas noticias de Interactivo llegan ahora desde
España, "Robertico" no deja de encontrar en Cuba su fuente natural
de inspiración.
"Nuestras canciones abordan el contexto cubano de forma
reflexiva, pero también buscamos que sean bailables y divertidas.
Estamos convencidos de que se puede expresar la realidad con
propiedad y respeto", comenta el músico.
"Ahora vamos a grabar nuestro segundo disco Cubanos por el
mundo. Yo creo que el Premio Cubadisco ayuda, pero la
popularidad depende de que el público conozca verdaderamente lo que
hacemos, eso necesita tiempo", reflexiona y dice: "Quienes asisten a
nuestros conciertos van preparados para la sorpresa porque nuestra
música siempre tiene que sonar viva para despertar emociones".
Apenas hace pocos meses su espíritu inquieto lo volvió a
arrastrar hacia los predios de este estudio, donde participó en la
grabación del álbum Women are beautiful, el cual reúne las
voces de Omara Portuondo, Beatriz Márquez, Diana Fuentes, Haydée
Milanés y Yusa.
La formación musical de "Robertico" viene desde la cuna. Por ese
entonces se detenía a escuchar con los oídos bien abiertos los
discos que traía a casa su padre, el showman Bobby Carcassés,
quien además fue campeón nacional de salto alto en el año 1966.
"Gracias a él conocí a The Beatles, Chick Corea, Charlie Parker,
John Coltrane, Miles Davis, Benny Moré¼ Su figura siempre ha sido
fundamental para mi carrera".
De ahí que en merecido homenaje a su progenitor planea organizar
el Festival Interactivo, "evento de tres o cuatro días de duración,
en el que cada miembro de la banda podría realizar su concierto
solo. Si logro el apoyo de las instituciones correspondientes me
gustaría hacerlo en la Casa de Cultura de Plaza porque allí mi papá
fundó el Festival Jazz Plaza", observa antes de entrar
definitivamente al estudio, puente hacia la aventura de modelar la
propia existencia mediante sonidos acuarelados y propios de
cualquier esquina de un barrio popular cubano. Porque, a fin de
cuentas, Interactivo también sigue la ley de la rumba.