El Servicio Secreto estadounidense
investiga un presunto caso de racismo, denunciado por un agente
afro-norteamericano de esa entidad, reveló hoy la televisora CNN.
Según la fuente, el funcionario encontró un lazo de horca colgado
de un edificio del centro de entrenamiento James J. Rowley, en
Beltsville, Maryland.
Para muchos norteamericanos este tipo de cuerda es considerado un
símbolo de amenaza, violencia y odio racial, colocado con tal
propósito decenas de veces en hogares, escuelas y puestos de trabajo
de este país.
Un miembro de la agencia admitió haber dejado el dogal, por lo que
fue separado de toda actividad hasta tanto concluya la pesquisa,
explicó la Oficina de Responsabilidad Profesional, encargada de la
indagación.
Hasta el momento carecemos de señales que sugieran motivos raciales
en el suceso, señaló un reporte de esa dependencia del Servicio
Secreto, organismo adscrito al Departamento de Seguridad Nacional.
De acuerdo con miembros del Congreso estadounidense, la información
del hecho llegó al legislativo.
El Servicio Secreto lleva ocho años involucrado en una demanda,
presentada por 10 antiguos y actuales funcionarios, quienes aseguran
fueron víctimas de discriminación racial.