El Consejo de Derechos Humanos fue
convocado a tomar acción ante la crisis alimentaria mundial, según una
iniciativa anunciada hoy en la ONU por el nuevo relator especial para
el Derecho a la Alimentación, Oliver De Schutter.
En declaraciones a la prensa en esta sede, el académico belga
propuso la celebración este mes de una sesión especial de alto nivel
del magno organismo de la ONU de Derechos Humanos para tratar la
crisis provocada por el encarecimiento de los alimentos.
De Schutter indicó que su iniciativa tiene en cuenta que el Consejo
fue establecido para contribuir, mediante el diálogo y la cooperación,
a la prevención de las violaciones de los derechos humanos y responder
de inmediato a las emergencias en ese campo.
Ahora tenemos una emergencia de derechos humanos y el Consejo no
puede permanecer en silencio, declaró.
A su juicio, sería conveniente convocar esa sesión especial del
Consejo para el 25 ó 26 de este mes, previa a la cumbre en junio
próximo en la sede en Roma de la Organización de la ONU para la
Agricultura y la Alimentación (FAO) para tratar esta crisis.
El experto derecho internacional y profesor de la Universidad
Católica de Louvain, De Schutter sustituye en el cargo al suizo Jean
Ziegler, quien cumplió un largo mandato en esta esfera de la ONU.
En sus declaraciones a la prensa, De Schutter señaló que entre los
factores que han contribuido al estallido de esta crisis alimentaría
figuran los subsidios a las producciones agrícolas en los países
ricos.
Esos subsidios han obstaculizado durante años el desarrollo
agrícola en el Tercer Mundo, distorsionan el mercado y deben ser
eliminados como una cuestión de urgencia, indicó.
El experto también censuró la producción de agrocombustibles y
destacó que las discusiones sobre este asunto deben centrarse en el
impacto que tiene en la seguridad alimentaria, así como sus efectos
sociales y en el medio ambiente.
Estamos frente a un problema que constituye un desafío para la paz
y la seguridad internacionales, alertó.
En ese sentido, el especialista de la ONU criticó la imperdonable
inactividad de la comunidad internacional ante los pedidos de apoyo a
la agricultura en los países en desarrollo.
Aunque ninguno de esos factores procuran violar los derechos
humanos, no podemos ignorar su impacto en las posibilidades de
millones de individuos en el mundo de disfrutar el derecho a la
alimentación, dijo el Relator Especial.
La ONU está liderando iniciativas internacionales para combatir la
crisis, por lo que su incidencia en los derechos humanos debe
mantenerse en el centro de todos los esfuerzos, añadió.
El experto belga insistió en que el Consejo de Derechos Humanos
debe identificar con urgencia las acciones necesarias para asegurar el
respeto al pleno derecho a la alimentación adecuada.
Los gobiernos no pueden permanecer pasivos ante esta crisis la
pasividad o una reacción inadecuada pueden en tales circunstancias
constituir una violación del derecho a la alimentación, ya sea por
omisión o comisión, dijo De Schutter.