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El próximo presidente de Estados Unidos y el Congreso deberán echar
por tierra las arbitrariedades del actual gobernante, George W. Bush,
quien ocultó información al poder legislativo, afirma hoy el diario
The New York Times.
Ambos "tendrán que trabajar muy duro para hacer públicas todas las
formas en que el señor Bush violó o evadió la ley, y entonces poner
las cosas en su lugar", señala el rotativo en un editorial.
De acuerdo con el Times, durante más de un año el mandatario se
negó a dar respuesta a la mayoría demócrata en el Congreso, que le
exigía presentar los documentos gubernamentales que permiten abusar,
humillar y torturar a prisioneros.
El diario señala que la reciente decisión del Departamento de
Justicia de entregar a los comités de inteligencia del Senado y la
Cámara de Representantes algunos documentos relacionados con los
maltratos es aún insuficiente.
"En definitiva el señor Bush se ampara en una ficticia norma de
secreto para mantener esos documentos de la tortura alejados de quien
más necesidad tiene de conocerlos, el público", comenta el periódico.
Recuerda el Times que en 2006, luego que el Congreso estableció
algunas restricciones en los procedimientos utilizados por el Ejército
en los interrogatorios, el Presidente exoneró a la Agencia Central de
Inteligencia del cumplimiento de estas reglas.
"El dictaminó normas confidenciales que se cree permiten métodos
severos y abusivos que serían definidos como tortura por cualquiera,
excepto por esta administración", precisa el rotativo.