Alrededor de medio millar de metros cúbicos de arena se han
extraído del tibaracón del Toa, con vista a paliar los daños causados
a Baracoa por las penetraciones del mar, ocurridas el 19 y 20 de marzo
pasados.
La extracción se realiza de acuerdo con lo estipulado por la
Licencia Ambiental concedida al Ministerio de la Construcción, por el
Centro de Inspección y Control Ambiental (CICA), del Ministerio de
Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).
El Doctor José Díaz Duque, viceministro del CITMA, explicó a la AIN
que la licencia autoriza sacar mil 100 metros cúbicos de ese accidente
natural, para impulsar la reconstrucción de viviendas y obras sociales
sustancialmente dañadas por el mar de leva.
Esta decisión fue avalada por la Oficina Nacional de Recursos
Minerales, y las tareas se realizan en un polígono debidamente
señalizado, ubicado en la parte más gruesa del tibaracón.
El árido se extrae por lascas o láminas, mediante palas, bajo la
vigilancia estricta de la Empresa de Materiales de la Construcción (EMC)de
Baracoa, de acuerdo con lo informado a esta Agencia por el ingeniero
Ricardo Suárez Bustamante, delegado del CITMA en la localidad.
Las acciones se realizan, aclaró, a una distancia no menor de 20
metros de la vegetación de caleta y de 40 metros del espejo de agua
del río Toa, como lo orienta esta Decisión Excepcional dictada por el
viceministro del CITMA el 27 de marzo de 2008.
Actualmente se detuvieron momentáneamente en las tareas para
analizar si ha tenido lugar algún impacto ambiental la arena de
que ha sido "despojada" el tibaracón del Toa, que al igual que los del
Duaba y el Miel constituyen patrimonio de la Ciudad Primada de Cuba.
El tibaracón es la unión no siempre armoniosa del río y el mar, y
sirve de barrera de protección contra la intrusión marina, y, por
consiguiente contra la salinización fluvial.
Salvador Massip, eminente geógrafo cubano, lo definió como camellón
largo y estrecho que se proyecta desde un punto de la costa paralelo a
ella, y separado de tierra por una corriente fluvial.
Analistas recordaron que el 18 de octubre de 2007, el diario Granma
denunció las extracciones ilegales de arena en el primero de esos
sitios, para ser utilizada en obras constructivas, debido al déficit
de áridos en el territorio.