LAS TUNAS. — La inserción laboral o estudiantil de 4 123 tuneros,
que permanecían desvinculados de una actividad socialmente útil,
emerge como preludio de lo que puede y debe poner en práctica esta
provincia, para ocupar a quienes todavía nada aportan.
Ese primer saldo deviene punto de partida para incorporar a más de
7 000 personas aptas para trabajar, de acuerdo con el estudio
realizado en el territorio, sin incluir al universo —también
identificado— de madres que tienen niños muy pequeños y amas de casa
con responsabilidades en el hogar.
Según especialistas de la Dirección Provincial de Trabajo y
Seguridad Social, uno de los primeros resultados del empeño que
realizan varios organismos, fue la reincorporación al estudio de 444
jóvenes cuyas edades oscilan entre 15 y 17 años.
Desde el punto de vista laboral, los sectores de servicios,
educación y la industria textil muestran una mayor sensibilidad frente
a un programa con el cual la población puede identificarse cada vez
más y que pretende lograr el empleo para todos, sin embargo entidades
como las de agricultura y construcción se mantienen por debajo de las
amplias posibilidades —y necesidades— en esas esferas.
A pesar del permanente seguimiento que realizan el Partido y el
Gobierno, sobre la base de orientaciones emitidas por el país, todavía
hay morosidad e inexactitud en algunos centros laborales y organismos
para declarar la cantidad real de fuerza de trabajo que pueden
asimilar.
Aun así, durante el primer trimestre la provincia ocupó a 6 866
personas (unas 2 000 por encima de lo previsto) y hoy reporta más de 4
000 plazas en espera de brazos, según estadísticas de Trabajo.
Paralelamente, se adoptan medidas para que, sin renunciar a las
ventajas del estudio, alrededor de 7 200 jóvenes beneficiados hoy por
los cursos de superación integral se incorporen al trabajo, sean más
útiles a la sociedad y a sus propias familias.