En tierra quedan los amigos y las calles. A la mar, se llevan la
idea de una Cuba solidaria, alegre, y las experiencias que llegaron en
cada intercambio.
Por eso ya no les resulta ajena la Operación Milagro en el
Instituto de Oftalmología, Ramón Pando Ferrer, la formación de médicos
en la Escuela Latinoamericana de Medicina, la historia que guarda el
Museo de la Revolución, o la Comandancia del Che en la Fortaleza de la
Cabaña.
La visita a sus similares de la Academia Naval Granma, al este de
la capital, resultó uno de los encuentros más provechosos. Parte de la
tripulación del buque escuela de la Armada de México recorrió áreas de
la institución en la que futuros oficiales de la marina de guerra,
mercante, de pesca, y oficiales de las tropas guardafronteras, reciben
la instrucción práctica y académica.
Simuladores navales, aulas especializadas, condiciones de vida,
conversatorios y encuentros deportivos, matizaron la tarde de ayer. El
capitán de navío, Mario Carbajal Ramírez condujo a los mexicanos que a
su llegada fueron recibidos por el contralmirante José Roselló Pérez,
director de la Academia Naval.
La Organización Marítima Internacional reconoce los títulos de la
escuela cubana y los egresados en ella podrán adentrarse en los mares
del mundo; tal como harán este martes sus colegas mexicanos.