.—
El presidente George W. Bush reiteró hoy su teoría de que Estados
Unidos está en peligro de un ataque terrorista, y manifestó esperanzas
en que el nuevo gobernante de la nación mantenga esa línea de
pensamiento.
Bush, quien dijo confiar en que su correligionario John McCain
ganará la oficina oval, alegó que su país también se enfrenta a una
lucha ideológica en el orbe.
"No creo que McCain vaya a acabar con la guerra contra el
terrorismo, es muy importante entender que el país corre peligro de
ataque", señaló el mandatario en rueda de prensa desde los jardines de
la Casa Blanca.
Sin embargo, expresó preocupación por un retorno a la postura
aislacionista de Estados Unidos en caso de que uno de los aspirantes
demócratas llegue en enero próximo a la presidencia de la nación.
"Espero que el nuevo presidente resista la tentación de decir que
no vale la pena enfrentar al enemigo", indicó Bush, en alusión directa
a los senadores Hillary Clinton y Barack Obama, quienes se han
mostrado favorables al retiro de las tropas estadounidenses de Iraq.
El mandatario expresó además sus discrepancias con el Congreso,
cuya mayoría demócrata se opone a proyectos de ley impulsados por la
Casa Blanca para beneficiar a grandes empresas energéticas.
Bush lamentó que el legislativo no otorgue su visto bueno a
iniciativas que autorizan nueva prospecciones en territorio
norteamericano.
En ese sentido, dijo estar opuesto a la propuesta demócrata de
imponer tasas impositivas a las compañías petroleras del país, que han
incrementado sus ganancias con los altos precios del crudo.