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La resistencia iraquí ultimó a cuatro soldados estadounidenses en
Bagdad, la mayoría por explosiones de granadas o cohetes, informó hoy
el Comando Central.
Las bajas ocurrieron la víspera, cuando tres de los militares
perecieron en el este capitalino por lo que la jefatura norteamericana
cataloga fuego indirecto, es decir, estallido de cargas o proyectiles.
El cuarto soldado murió en un barrio del oeste bagdadí, pero el
mando estadounidense no amplió al respecto.
Con esos suman 44 los militares de Estados Unidos que perdieron sus
vidas este mes en Iraq, lo cual convierte a abril en uno de los
períodos más letales para las tropas ocupantes (1,52 bajas fatales por
día).
Fuentes castrenses confirmaron que esa cifra de pérdidas es la más
alta desde septiembre del pasado año.
Desde el inicio de la invasión lanzada por Washington en marzo de
2003, cuatro mil 56 soldados norteamericanos encontraron la muerte en
este país del Golfo Pérsico, según estadísticas reconocidas por el
Departamento de Defensa.
También la víspera, un proyectil de mortero impactó en la
fortificada Zona Verde de Bagdad, donde causó cinco heridos.
En esa área capitalina se encuentran las sedes gubernamentales más
importantes y las embajadas de Estados Unidos y el Reino Unido.
Ese fue el segundo ataque en menos de 24 horas contra la Zona
Verde, ubicada en el lado oeste del río Tigris e identificada como el
lugar más custodiado militarmente en Iraq, aunque en las últimas
jornadas fue blanco de constantes ataques con cohetes y granadas de
mortero.