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Un atentado suicida causó hoy la muerte de dos integrantes de un
consejo del despertar en un puesto de control cerca de Abu Saydah, en
la oriental provincia iraquí de Diyala, informaron fuentes policiales.
El ataque realizado por una mujer, que estalló una carga adosada a
su cuerpo, también dejó una decena de heridos en el retén del grupo
armado.
Según testigos, la acción ocurrió junto al convoy en el que viajaba
el alcalde de Saydah, quien recibió lesiones, al igual que varios de
sus acompañantes.
Los consejos del despertar son facciones beligerantes de las
comunidades formadas, financiadas y entrenadas por las tropas
estadounidenses, para enfrentarlas a la resistencia.
Mediante las agrupaciones de ese carácter Estados Unidos pretende
promover contradicciones que fracturen el apoyo a los rebeldes en las
comunidades y, de hecho, debiliten la insurgencia.
La provincia de Diyala es considerada por las fuerzas conjuntas
estadounidenses-iraquíes un bastión de la resistencia, contra el cual
ha lanzado innumerables e infructuosas ofensivas.
Por otra parte, se conoció que un importante funcionario del
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales murió este martes por la
detonación de una bomba en su casa en la localidad de Otifiya, norte
de Bagdad.
La policía dijo que el atentado ocurrió cuando Diaa Gorda salía
hacia su oficina.
Según la fuente, dos escoltas recibieron lesiones por la explosión.
En tanto, los enfrentamientos entre tropas norteamericanas y
milicianos continuaron en Ciudad Sader, en esta capital.
Fuentes estadounidenses afirmaron que los combates dejaron el
domingo 45 milicianos muertos en el suburbio capitalino, donde residen
más de dos millones de habitantes.
Medios de prensa aseguran que 446 iraquíes, entre civiles y
milicianos, perecieron desde el inicio de esos choques a finales del
mes pasado.
Las estadísticas de bajas también incluyen a 18 soldados
norteamericanos que operaban contra el Ejército del Mahdi, grupo
armado leal al clérigo musulmán chiíta Moqtada al Sader.