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A penas que oscilan entre tres años de prisión y cadena perpetua
fueron condenados 17 de los participantes en los violentos disturbios
del pasado 14 de marzo en Lhasa, la capital tibetana, según se anunció
hoy.
El Tribunal Popular Intermedio de esa ciudad dictó las sentencias
en una sesión abierta efectuada hoy, de acuerdo con un despacho de la
agencia de noticias Xinhua.
Las condenas de prisión a perpetuidad fueron aplicadas a Soinam
Norbu, chofer de una compañía inmobiliaria de Lhasa, y un monje
conocido como Basang.
Norbu, nacido en 1988, quemó vehículos, atacó puestos de policía y
carros de bomberos con piedras y agredió a los bomberos que combatían
los incendios.
Basang, por su parte, un monje tibetano de Doilungdeqen, encabezó a
un grupo de 10 personas en la destrucción de las oficinas del gobierno
local, el incendio y saqueo de 11 tiendas y el ataque contra policías
de servicio.
De los cinco monjes que participaron junto a Basang en los hechos,
dos resultaron condenados a 20 años y otros tres a 15 años de prisión,
precisó la agencia.
La policía de esa región autónoma había hecho circular desde el mes
pasado una lista de los 170 sospechosos más buscados por su
responsabilidad en los actos de violencia, que provocaron pérdidas
económicas por más de 35 millones de dólares.
De esa lista, 82 personas se presentaron ya a las autoridades a
mediados de ese mes o fueron capturadas.
Durante los disturbios hubo 18 civiles y un policía muertos, así
como 382 ciudadanos y 241 agentes del orden heridos, y fueron
saqueadas o quemadas 908 tiendas e incendiadas siete escuelas, cinco
hospitales y 120 viviendas.