Esta tarde de domingo, junto a otros miembros de la población penal
pinera y sus familiares, ellos, los tres, resisten el sol y abren el
espíritu a la comprensión del arte. Hasta ellos llega la expedición,
encabezada por Silvio Rodríguez, una manera de recordarles que la
redención humana es un camino largo pero posible.
Lo que día a día los jefes, oficiales y combatientes encargados de
las tareas de reeducación realizan para corregir conductas, enmendar
faltas y empinar cuesta arriba a estos hombres hasta reinsertarlos en
el orden social, adquiere durante más de dos horas otra dimensión
mediante la entrega generosa y solidaria de este grupo de artistas.
Para los reclusos de El Guayabo, un centro en el que como todos los
de su tipo en el país se cumplen rigurosamente los derechos humanos,
cantaron Augusto Blanca, investido en su autoridad de legítimo juglar,
y Silvio, quien calza cada tema suyo de contundentes razones poéticas.
El trío villaclareño Trovarroco desplegó su proverbial virtuosismo
instrumental, al igual que el cuarteto Sexto Sentido con sus voces.
Carlos Ruiz de la Tejera colocó el humor en lo alto de la tarde y
Eliades Ochoa aportó el imprescindible toque sonero.
El escritor Reynaldo González comentó algunos de los títulos de la
colección de 200 donados a la biblioteca del penal por el Instituto
Cubano del Libro: los cuentos de Chéjov y una novela de Mark Twain, la
crónica de la Guerra Grande por Fernando Figueredo y los poemas del
propio Silvio Rodríguez.
Esta vez la expedición recibió un refuerzo importante. Alexis Leyva
Machado, Kcho, laureado artista pinero, trajo consigo a un grupo de
colegas que se sumaron al mural ejecutado a ojos vista por los
"expedicionarios" Ernesto Rancaño y Vicente Hernández. "Es un deber
martiano colaborar en un proyecto como este que quiere ayudar a un
cambio positivo en los seres humanos", comentó al ser interrogado por
su iniciativa.
Javier Guerra, Sándor González, Julio César Peña, José Omar Torres,
y los artistas locales Carlos Cabrera, Daniel Martínez, Ramón González
Neuquén, Joel Leyva, Yenisel Dutil y Erick Fernández, con el aporte de
los reclusos aficionados Mario Pantoja, Rafael Noriega, Hugo
Domínguez, Juan Carlos Aguilar y Leonardo Fombernat se enfrascaron con
una alegoría sobre el barco El Pinero, que llevó a tierra firme a los
excarcelados combatientes del Moncada, y el golfo que une a las dos
islas.
Kcho invitó también al cantautor Polito Ibáñez, quien desempolvó un
magnífico tema suyo, Decoraciones; al cineasta Roberto Chile y
al fotógrafo Iván Soca para que registraran testimonios visuales del
evento; y al actor Luis Alberto García, quien debutó como
documentalista con un espléndido trabajo sobre Eusebio Leal y ahora
planea un material sobre la primera banda de música creada en un
centro penitenciario.
La primera secretaria del Comité Municipal del Partido en la Isla
de la Juventud, Elizabeth Cámara, puso en manos de Silvio la réplica
de El Pinero. Con ella, símbolo de la gesta libertadora liderada por
Fidel, las autoridades del lugar reconocen a quienes contribuyen de
modo extraordinario a los fines de nuestra sociedad.