El libre comercio como estrategia neoliberal de dominación del
Norte industrializado sobre el Sur pobre fue denunciado hoy en un
panel del VII Encuentro Hemisférico de lucha contra los Tratados de
Libre Comercio (TLCs).
Jaime Estay, de México, tuvo a su cargo la presentación de una
radiografía de las estancadas negociaciones multilaterales en la
Organización Mundial de Comercio (OMC), en las cuales se expresa un
agudo enfrentamiento entre los países industrializados y los
subdesarrollados.
Puntualizó que la llamada Ronda comercial de Doha dura ya ocho años
(debió concluir en el 2005), y que las discusiones se encuentran
empantanadas en el tema de los subsidios agrícolas, el acceso a los
mercados no agrícolas y el tratamiento al sector de los servicios.
El académico mexicano denunció que en esos asuntos Occidente
pretende imponer sus posiciones en beneficio de sus transnacionales e
impedir que el Sur no tenga capacidad de impulsar estrategias
nacionales de desarrollo.
Marcos Velázquez, también de México, presentó un nefasto panorama
para su país de la aplicación del Tratado de Libre Comercio para
América del Norte (TLCAN), que incluye además a EE.UU. y a Canadá.
Explicó que el TLCAN solo ha beneficiado a las grandes
multinacionales estadounidenses y al dos por ciento de la población
mexicana, mientras ha empeorado las condiciones de vida de la inmensa
mayoría de sus compatriotas.
Dijo que la principal evidencia del fracaso del Tratado está en los
más de 570 mil mexicanos que migran cada año hacia Estados Unidos.
Durante el panel se debatieron, además, los negativos efectos
derivados de la firma de los TLCs Centroamérica-EEUU.-República
Dominicana, Costa Rica-EE.UU., entre otros aspectos.
Sebastián Valdomir, de Uruguay, se refirió al dañino impacto social
y medioambiental de la denominada Iniciativa para la Infraestructura
Regional en Sudamérica, que propiciará una mayor penetración en ese
territorio del modelo productivo agro exportador transnacional.