Remotorización de vehículos en las FAR

Rodar con más eficiencia

Lourdes Pérez Navarro
lourdes.p@granma.cip.cu

La tarea de remotorizar los medios de transporte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), como parte de la Revolución Energética, tuvo su mayor despliegue a partir de diciembre del 2007, con el arribo masivo al país de motores de procedencia china.

Foto: Raúl LópezCada quien conoce qué hacer, guiado por las indicaciones de la carta tecnológica.

El terreno estaba preparado para poner manos a la obra. Entonces fueron seleccionados 98 talleres especializados de las FAR y de su sistema empresarial —de ellos ya laboran 69—, con el personal capacitado y garantizadas las herramientas y tecnologías a emplear.

El objetivo estaba claro: disminuir el consumo de combustible a partir de la sustitución de los motores de carburación (gasolina) por otros de inyección (diesel), que resultan más eficientes.

Los vehículos beneficiados con el cambio fueron previamente seleccionados: carros destinados a la transportación de cargas y de personal, y transportadores blindados dedicados a la instrucción.

En el banco de diagnóstico y prueba se determinan los parámetros técnicos de los motores sustituidos, los cuales son clasificados, conservados y embalados.

En tal experiencia, un taller de reparaciones de Tanques y Transporte del Ejército Occidental tenía ya un trecho andado. El teniente coronel Armando Paredes Varela, jefe de la Unidad, rememoró aquel 24 de mayo del 2006 en que fueron visitados por el General de Ejército Raúl Castro y por otros altos jefes de las FAR, a quienes impartieron una clase demostrativa de cómo ejecutar el proceso de remotorización masiva que se avecinaba.

Con anterioridad esta unidad, pionera en la tarea dentro de las Fuerzas Armadas, había incursionado, junto a otros talleres seleccionados, en la asimilación de estos motores que habían comenzado a entrar al país en pequeños lotes.

El diario bregar motivó a oficiales, mecánicos, torneros, soldadores y electricistas a ir en busca de mecanismos que permitieran mayor eficiencia y productividad. Así nacieron innovaciones que, a la vez, humanizan el trabajo y previenen accidentes.

Para apoyar los pesados motores fabricaron estructuras metálicas, adaptaron bancos de pruebas y construyeron un molde que nombran "el avión", el cual se ubica en el chasis del carro con el objetivo de abrir los orificios necesarios para que, a la hora de montar el motor, se haga en el lugar justo. También confeccionaron otros para vulcanizar aros de goma y soportes destinados a comprobar las bombas de inyección, aditamentos necesarios para el mantenimiento y reparación ligera de los motores con más de tres años de trabajo.

En esto la palabra clave es asimilación, explicó a Granma el coronel Jorge René Melián, especialista del MINFAR. Todo lo que se haga en la organización del trabajo debe ser generalizado al resto de los talleres. Cuando de forma creadora se van encontrando soluciones para ejecutar con mayor eficiencia determinadas labores, la experiencia se transmite a los demás para ser aplicada de inmediato. Todo ello, subrayó, sin violar el proceso tecnológico establecido para cada marca de carro.

COMO SI FUERAN NUEVOS

De diciembre hasta la fecha en los talleres de las FAR se ha remotorizado más del 10% del parque de transporte seleccionado para la primera fase. Este proceso va más allá de la sustitución de un motor por otro más eficiente. Incluye también el restablecimiento de parámetros básicos de los agregados y mecanismos de la cadena cinemática del carro, la dirección, los frenos y el tren de rodaje.

Implica, además, el mantenimiento y reparación de elementos tales como embrague, caja de velocidades y puentes, entre otros; y abarca trabajos de tapicería, chapistería ligera y pintura para dar una terminación adecuada.

Tal procedimiento se ejecuta por igual en todos los talleres de las FAR. Cada especialista, sea mecánico, electricista, chapistero, soldador o pintor, conoce qué hacer. Junto a ellos participa, como un miembro más de la brigada, el chofer del carro.

El mayor Luis Antonio Moreno Morales, jefe del Batallón de Reparaciones de un taller del Ejército Occidental, detalló el proceder: "Bajamos el motor de uso y lo revisamos en el banco de pruebas, donde se determinan sus parámetros técnicos; el vehículo pasa a la planta de fregado, luego pintamos los interiores y procedemos a montar el nuevo motor en el espacio previamente acondicionado".

Toda esta labor, precisó, se ejecuta siguiendo los pasos indicados en la carta tecnológica. Cada especialista tiene la suya junto al puesto de trabajo, pues este documento indica cómo llevar a cabo las diferentes tareas, según la marca del carro.

"Finalmente al vehículo le hacemos una prueba estacionaria y otra de recorrido (22 kilómetros). Si todo está bien, pintamos el carro y, luego de pasar el control técnico de la Sección de Tanques y Transporte del Ejército, que certifica que el medio está apto para la explotación, lo entregamos a sus respectivas unidades."

En su opinión esta tecnología "es buena y ahorra combustible."

Como si fueran nuevos, los carros reparados, pintados y con un flamante "corazón", parten a cumplir sus misiones. Los motores sustituidos no son desechados. Aquellos que mantienen los parámetros técnicos son debidamente embalados y conservados; los que no, servirán como piezas de repuesto o chatarra.

Las FAR, insertadas dentro del programa nacional de remotorización de vehículos que involucra a todos los organismos del país, han iniciado la tarea y marchan con buen paso. Van en busca de mayor eficiencia y organización del asesoramiento y disposición técnica del transporte automotor.

A los carros que hoy son beneficiados con la sustitución de motores más eficientes, seguirán los medios de combate que se mantienen preservados para ser utilizados en caso de una agresión militar a la Patria. Mientras, el ahorro energético es una batalla a ganar en tiempos de paz.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Comentarios | Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

SubirSubir