En declaraciones a la prensa, Carrizalez recordó que la medida se adoptó este miércoles tras un proceso de negociación realizado desde hace varios meses y en el cual la compañía se negó a reconocer los derechos de los trabajadores.

Por ello, indicó, el presidente Hugo Chávez emitió las instrucciones para informar sobre la posición del gobierno de nacionalizar la empresa al ser un área estratégica para el país.

En ese sentido, manifestó que se esperó un tiempo suficiente para llegar a un arreglo, lo cual fue imposible pues la corporación se aprovechó de las ventajas que le da el ejecutivo sin importar el bienestar de los obreros.

Con ese paso el ministro de Industria Básica y Minería, Rodolfo Sanz, quedó encargado de las negociaciones para concretar la decisión del ejecutivo respecto a la compañía.

En el marco de los contactos, "sentimos una actitud arrogante y prepotente por parte de la empresa", expresó el vicepresidente.

Antes de la medida, el consorcio Ternium (perteneciente al grupo italo-argentino Techint) disponía del 60 por ciento de las acciones, con un 20 por ciento para el estado e igual cantidad en manos de trabajadores y jubilados de la empresa.