— Al menos nueves lores se sumaron a los reclamos para abrir una
investigación gubernamental sobre la participación británica en la
invasión a Iraq, destaca hoy la prensa capitalina.
Los lores apoyaron las demandas de al menos dos madres que
perdieron sus hijos en el estado árabe: el soldado David Clarke, del
Regimiento Real de Fusileros, quien murió en marzo de 2003, y el
fusilero Gordon Gentle, que pereció en junio de 2004.
El reclamo está dirigido contra un veredicto de la Corte de
Apelaciones de diciembre de 2006, según el cual el gobierno del
entonces primer ministro Tony Blair no tenía obligación alguna de
abrir una pesquisa.
La madre de Gentle calificó de insuficiente la promesa del gabinete
de abrir una investigación cuando lo considere apropiado, destaca la
cadena de radio y televisión británica BBC.
Además, los demandantes exigen una explicación convincente para el
cambio de parecer en pocos días del fiscal general Lord Peter
Goldsmith sobre los motivos para justificar la referida agresión.
Goldsmith redactó a principios de marzo de 2003 un informe de 13
páginas, en el que ponía en duda la legalidad de una operación contra
Bagdad y alertaba sobre sus implicaciones, pero apenas unos días antes
de la invasión justificó en una sola página su respaldo a esa acción.
Deseamos conocer si la agresión contra la nación del Golfo Pérsico
tuvo una base jurídica y legal convincente, reclamó la madre de Gentle,
cuyo hijo murió tras la explosión de una bomba en la sureña ciudad
iraquí de Basora.
El gobierno del actual primer ministro Gordon Brown promete
efectuar una pesquisa una vez que los casi tres mil uniformados del
Reino Unido abandonen el estado árabe.
Washington y Londres pretextaron la existencia de armas de
destrucción masiva en Iraq para lanzar la invasión en marzo de 2003,
aunque esos armamentos nunca aparecieron.