— Más allá de golpes de efectos mediáticos, la misión liderada por
Francia para ofrecer atención médica y allanar el intercambio
humanitario de prisioneros en Colombia terminó en el fracaso.
Astrid Betancourt, hermana de la franco-colombiana Ingrid
Betancourt, en poder de la guerrilla de las FARC desde el 2002,
admitió hoy que la noticia no le provocó sorpresa alguna y dijo que de
todos modos "hay una puerta abierta para negociaciones globales".
Es evidente que después de haber liberado de manera unilateral a
siete rehenes y de perder a dos miembros de alto nivel de las FARC, la
guerrilla espera una contrapartida y garantías para la liberación de
Ingrid y de los otros rehenes, recalcó.
La misión médica instalada por Francia, con ayuda de Suiza y España
en Colombia, resultó ser una iniciativa con buenas intenciones,
amplificada, sin embargo, como solución mágica a un largo y complejo
conflicto en el país sudamericano.
En un comunicado difundido anoche, las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) calificaron la idea de improcedente
y señalaron que nunca fue fruto de un acuerdo sino de la "mala fe" del
presidente colombiano, Álvaro Uribe.
La respuesta de las FARC es una mala noticia, pero no una sorpresa,
apuntó aquí la Federación Internacional de los Comités Ingrid
Betancourt (FICIB), que admitió la ausencia de informaciones
verificables cuando se emprendió la misión.
Meses atrás, durante una visita oficial a Francia, Uribe presentó
ante la prensa dos ideas bajo el supuesto de lograr una solución
negociada del conflicto interno.
Enviar a las selvas una misión médica para el auxilio de los
rehenes y crear un dispositivo con la Iglesia Católica colombiana y la
Cruz Roja Internacional en una zona despoblada, aparentemente sin
custodia militar.
El pesimismo rondaba en el ambiente, pese a los esfuerzos de Uribe
de mostrar, básicamente en Europa, la viabilidad de su plan. Colapsó,
al igual que luego el avión con equipo médico instalado por Francia en
la Guayana.
Una lógica simple subraya que para progresar en un asunto que
concierne a por lo menos dos partes, deben existir pronunciamientos de
ambas. Las FARC jamás aceptaron esas iniciativas, ni tampoco ahora la
muy publicitada de Francia, Suiza y España.
Todos los caminos parecen conducir una vez más al jefe de Estado de
Venezuela, Hugo Chávez, hasta ahora el único capaz de hacer avanzar el
proceso de intercambio humanitario de prisioneros.