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— Las condenas por trastornos violentos del relevo de la antorcha
olímpica y los intentos de boicotear los Juegos de Beijing-2008 por
motivos políticos se suceden hoy, provenientes de autoridades
deportivas y administrativas de diversos países.
El presidente de la Duma Estatal Rusa, Boris Gryzlov, declaró que
los asuntos políticos deben ser resueltos de otra forma, y cualquier
intento de sabotear la venidera cita estival provocaría grandes
daños al mundo del deporte.
Las Olimpiadas se deben celebrar sea como sea, y no es agradable
que estén relacionada con estas circunstancias, dijo.
Por su parte, el vice primer ministro de Rusia, Alexander Zhukov,
calificó el intento de boicotear el certamen multidisciplinario como
inaceptable.
En tanto, el secretario de Estado para el Deporte de Hungría,
Gabor Elmert, declaró ante la prensa que pase lo que pase, Hungría
enviará a su delegación de deportistas a los Juegos Olímpicos de
Beijing-2008.
También el ministro japonés de Exteriores, Masahiko Komura,
condenó la actitud de los manifestantes que interrumpieron de forma
violenta la posta de la llama, que el próximo 26 de abril visitará
la ciudad japonesa de Nagano.
En ningún caso se puede aprobar el uso de la violencia para
bloquear el relevo, no importa qué razón haya tras ese
comportamiento, se deben tomar las medidas necesarias para prevenir
esos actos ilegales, dijo Komura a los reporteros.
Por último, el presidente del Comité Organizador de los Juegos
Olímpicos de Invierno de Vancouver-2010, John Furlong, condenó
también el intento de politizar los Juegos. Las Olimpiadas no se
tratan de política, sino de deportes, dijo en una entrevista al
periódico canadiense The Global and Mail.
También criticó a quienes intentaron sabotear el paso de la flama
en Londres y en París, afirmando que las imágenes de televisión
sobre esos intentos de sabotaje le hicieron enfadarse.