Detrás de la noticia

La policía de la capital estadounidense reconoció ayer que un camión con explosivos estuvo estacionado tres semanas cerca de la sede del Congreso de Estados Unidos sin ser detectado. Según las autoridades, en enero último patrulleros arrestaron en la periferia del Capitolio a un sujeto con una escopeta de caza cargada, pero se olvidaron de revisar adecuadamente la camioneta del individuo, reportó la cadena CNN.

Michael Gorbey, de 38 años y residente en Virginia, fue acusado con cargos de transporte ilegal de armas y planes de fabricación de bombas para usarlas contra personas o propiedad privada; sin embargo, la mayor parte de los explosivos no fueron hallados hasta semanas después y permanecieron en el furgón hasta que guardias del Congreso inspeccionaron el carro en operación rutinaria.

¡Increíble! Es la exclamación a flor de labios cuando se lee la nota. La super- potencia, que gasta miles de millones de dólares en servicios de seguridad, espía ilegalmente a sus ciudadanos a través de las cuentas de correo electrónico en su paranoia antiterrorista, crea vallas fronterizas con la más alta tecnología y establece controles de todo tipo, resulta muy vulnerable.

Solo un clic de Michael, si hubiese accionado los dispositivos detonantes colocados a unos 100 metros del Capitolio "podrían haber causado serias lesiones a transeúntes", afirmó Terrance Gainer, sargento supervisor de seguridad. (PL)

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Comentarios | Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

SubirSubir