El general retirado y prófugo de la justicia venezolana Ernesto
González González, se encuentra en Miami, donde llegó "con protección
de organismos de inteligencia internacionales" y su grupo de apoyo ha
establecido contacto con el terrorista Luis Posada Carriles a través
de un venezolano implicado en la voladura del avión de Cubana de
Aviación.
Lo reveló este domingo, en su programa semanal José Vicente Hoy, el
periodista y ex vicepresidente venezolano José Vicente Rangel, quien
precisó que González viajó hace poco a la ciudad de Miami, con la
complicidad de órganos de inteligencia bajo el propósito de reunirse
con dirigentes de la oposición de extrema derecha de Venezuela, entre
ellos un ex dirigente del partido COPEI y otro del Partido Acción
Democrática (AD).
"Hay información que indica que ya se estableció una relación del
grupo de apoyo de González González y el terrorista Luis Posada
Carriles", afirmó el periodista. "El enlace es un venezolano que vive
en Costa Rica, maneja casinos, y también opera en Monterrey, México".
Rangel no especificó la identidad del individuo pero sí añadió que
fue "también implicado en la voladura del avión de Cubana de
Aviación".
Vinculado a la inteligencia norteamericana, el general retirado
González es uno de los cabecillas en planes de acciones
desestabilizadoras desarrollados desde Washington, en sus permanentes
intentos de provocar incidentes en Venezuela.
Este oficial golpista que en la madrugada del 12 de abril del 2001
secuestró al presidente legítimo de la República Bolivariana de
Venezuela, Hugo Chávez, huyó después del fracasado intento de golpe y
se radicó en Costa Rica, recibido "en calidad de asilado" por el
Gobierno de ese país.
Terroristas cubanos que residieron durante décadas en Venezuela
están en permanente contacto con Carriles, entre ellos Nelly Rojas,
quien actúa de secretaria del asesino, su marido Pedro Morales,
Francisco Pimentel, cómplice de varias acciones terroristas de esta
red, Salvador Romaní, Ricardo Koesling y el que fue, su jefe cuando
torturaba por cuenta de la CIA en la DISIP, Joaquín Chaffardet.
Posada se encuentra libre en Miami, mantenido en un "lugar seguro"
por sus fieles, varios de los terroristas más peligrosos del
continente.