Un grupo de 16 cazabombarderos del tipo F A-18 llegó hace unos días a las bases aéreas norteamericanas en suelo surcoreano, aparte de un batallón de aparatos F-16, que ya había sido trasladado con anterioridad desde Estados Unidos.

Esta fuerza adicional de F A-18 eleva a más de 40 las unidades áreas de este tipo en la península coreana, lo cual agrava la tensión en la zona, señala el rotativo, órgano del Partido del Trabajo de Corea (PTC).

Agrega que en coordinación con los F-16 y A-10, los nuevos aparatos están en condiciones de atacar objetivos estratégicos del norte de Corea, realizar apoyo aéreo a corta distancia y ejercicios de combate aéreo.

Al mismo tiempo, los aviones de caza y asalto estacionados en la base de Iwakuni, en Japón, cerca de la ciudad de Hiroshima, llevan a cabo casi diariamente ejercicios de tiro en un campo de la provincia surcoreana de Sangdong.

La nota del Rodong Sinmún también denuncia que las tropas terrestres y las unidades navales y aéreas que tomaron parte en las maniobras conjuntas Key Resolve y Foal Eagle permanecen amenazadoramente en Surcorea.