Pacientes diabéticos tipo I, entre los 26 y 41 años, se incluyeron
en esta investigación, desarrollada durante nueve meses en el Centro
de Estudios de Terapias Físicas y Naturales de la oriental ciudad.
El tratamiento se basa en una serie de ejercicios aerobios de
acuerdo al sexo, edad y rendimiento físico de los enfermos, para crear
capacidad de resistencia y tono muscular.
Este proyecto, único en Cuba, mostró numerosos beneficios, entre
los que sobresale la reducción de los factores de riesgo como el
sedentarismo y la obesidad, explicó a la AIN el licenciado Ronny
Leonidas Hidalgo, responsable de las investigaciones.
La actividad física en el tratamiento a esta enfermedad estimula la
circulación de la sangre, ayuda a combatir la arteriosclerosis y
favorece el buen funcionamiento de los sistemas respiratorio y
cardiovascular.
Hidalgo enfatizó además que los ejercicios permiten la utilización
de glucosa por los músculos sin necesidad de insulina, de vital
importancia para estos pacientes, la mayor parte de los cuales era
insulinodependiente al iniciarse los estudios.
Actualmente, esta alternativa de tratamiento se generaliza a las
Casas de Diabéticos en Holguín, se instruye al personal médico para
aplicarlo en todas las áreas de salud y se investiga la posibilidad de
extenderlo a personas que padecen de la diabetes tipo II.
Desde 1975, en Cuba existe un Programa Nacional de Atención
Integral a pacientes con esta enfermedad y se trabaja en el desarrollo
de medicamentos eficaces para tratar sus secuelas, como el caso del
Heberprot, para el pie diabético.
Cerca de 250 millones de personas en el mundo sufren este
padecimiento y la única vía para impedir su tasa de crecimiento es la
prevención.