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El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, reconoció hoy ante el
Club Económico de esta ciudad que la economía de su país atraviesa un
momento difícil producto de la crisis hipotecaria en los mercados.
Sin embargo, el mandatario se mostró optimista ante la capacidad de
recuperación, en la que debe influir en el corto plazo una serie de
medidas adoptadas recientemente por la Reserva Federal (FED) a fin de
resarcir la crisis.
Se refirió, así mismo, a la necesidad de que el Congreso haga
permanente los recortes impositivos, ya que ello servirá también para
reactivar la economía.
El Senado estadounidense aprobó el jueves la extensión de una parte
de los recortes tributarios propuestos por el presidente ante la
crisis financiera.
A pesar de la fuerte depreciación del dólar frente a las
principales divisas extranjeras en las últimas semanas, el Jefe de la
Casa Blanca dijo que cree en un dólar fuerte y está seguro además de
que el país tendrá una economía en la misma línea.
Pero los mercados han mostrado una moneda cada vez en mayor
decadencia, con sostenidos mínimos frente al euro.
Analistas indicaron que la debilidad de la divisa es la causante
principal del aumento de los precios del crudo, que hoy se sitúa en
109,45 dólares y del valor del oro, en un récord de más de mil dólares
por onza.
En el encuentro mencionó además la significación del comercio para
la reactivación, y las medidas que la FED tiene en cartera para
afrontar la pérdida de la confianza de los consumidores y numerosas
ejecuciones de créditos hipotecarios.
La intervención del viernes fue especialmente esperada por la Bolsa
de Valores de Nueva York, cuyos índices cayeron esta mañana luego de
que el banco de inversión reconociera su crisis de liquidez.