"Revolución
no, zarpazo", así descalificaba el joven abogado Fidel Castro la
denominación que le había dado Fulgencio Batista al golpe militar
perpetrado el 10 de marzo de 1952. La frase de Fidel corresponde a
la proclama que hizo para el pueblo, fechada el 13 de marzo de aquel
año. De momento aquella no pudo circular. Los órganos de difusión
estaban en poder de una minoría que respondía a la clase dominante.
Tampoco tuvo espacio el texto jurídico que presentó ante el
Tribunal de Urgencia el doctor Fidel Castro Ruz, abogado, con bufete
en Tejadillo número 57. En este documento, realmente magistral, que
caracterizaba con exactitud al golpe de estado, en vísperas de las
elecciones constitucionales convocadas para el primero de junio de
aquel año, decía que por la suma de violaciones al Código de Defensa
Civil, que constituía el golpe militar, hacía acreedor al autor —de
aplicársele la Ley— a más de cien años de cárcel.
En cuanto a la proclama, esta definía: "Patriotas no:
liberticidas, usurpadores retrógrados, aventureros sedientos de oro
y de poder; no fue un cuartelazo contra Prío (el 10 de marzo), fue
un cuartelazo contra el pueblo (¼ ) No
llame Revolución a ese ultraje, a ese golpe perturbador e
inoportuno, a esa puñalada que acaba de clavar en la espalda de la
República. ¡Sé que su garantía a la vida será la tortura y el
palmacristi! (¼ ) Hay tirano otra vez,
pero habrá otra vez Mellas, Trejos y Guiteras (¼
) La hora es de sacrificio y de lucha! Si se pierde la vida, nada se
pierde. ¡Vivir en cadenas es vivir en oprobio y afrenta sumidos,
morir por la Patria es vivir!".
El 21 de septiembre de 1953, en la primera sesión del juicio del
Moncada, Fidel, respondiendo al Tribunal, se refirió al recurso
presentado por él ante el Tribunal de Urgencia contra el 10 de marzo
y su autor. No se le permitió leer el documento, mas hizo que
constara en la Causa 37. Entre otras cosas decía que "atada de pies
y manos, la Nación contempló el desbordamiento del aparato militar
que arrasaba la Constitución, poniendo vidas y haciendas en los
azares de las bayonetas". Estos dos documentos tuvieron como colofón
otro imperecedero: La Historia me Absolverá.
Nota: En agosto de 1953 la proclama fue publicada en la hoja de
periódico, clandestina, El Acusador.