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El presidente de Ecuador, Rafael Correa, agradeció la postura
mantenida hoy por Brasil ante la crisis surgida tras un ataque militar
colombiano que el sábado último violó la soberanía ecuatoriana y
terminó con una masacre.
Sin titubear, sin dudar, sin esperar a que mentirosos traten de
justificar lo injustificable, el presidente brasileño, Luiz Inácio
Lula da Silva, y su canciller, Celso Amorim, condenaron la agresión y
han mantenido una postura firme, ética y digna, aseguró Correa a la
prensa al llegar a esta capital.
Al referirse a la propuesta brasileña de crear en la Organización
de Estados Americanos (OEA) una comisión que investige esos sucesos,
dijo que espera una reacción más fuerte a medida que queden
esclarecidas las condiciones en que ocurrió la acción armada.
La Comisión que será creada verificará que el ataque realizado a
nuestro territorio fue premeditado y ahí se condenará a Colombia,
añadió.
Correa acusó a Colombia de reproducir la política de guerra de
Estados Unidos de atacar a cualquier país donde considere que existan
adversarios y dijo que no contento con esa puñalada en el pecho
todavía el presidente colombiano Alvaro Uribe sigue mintiendo.
Colombia no logra mantener sus fronteras bajo control pese al apoyo
financiero de Estados Unidos, aseguró Correa al negar cualquier
respaldo ecuatoriano a la insurgencia. Explicó que su país mantiene 11
mil soldados en la demarcación por el conflicto en el vecino estado.
Afirmó que aunque rompió las relaciones con Colombia y está
dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias para hacer respetar la
soberanía de su país, Ecuador utiliza todos los medios para encontrar
una solución pacífica a esta crisis.
Correa mencionó tres condiciones: exigió un pedido de disculpas del
gobierno colombiano sin justificaciones de sus acciones, un compromiso
formal de que nunca más se repetirán acciones de este tipo y un
reconocimiento de que Bogotá montó una farsa para vincular a las
autoridades ecuatorianas con la insurgencia.
Esta mañana, Correa -quien llegó anoche a Brasilia- se reúne con el
presidente Lula en el Palacio de Planalto.