El estenógrafo de ese centro, Mazhar Ali Satti, indicó que el jefe de seguridad Muhammad Khalid, el jefe de mantenimiento Muhammad Anwar y el jefe de la guardia Muhammad Akhtar fallecieron en las dos explosiones, ocurridas ayer.

Hasta el momento se reportan ocho muertos y 20 heridos, pero varios de estos se encuentran en estado crítico, indicaron fuentes médicas.

El superintendente de policía, Malik Muhammad Iqbal, señaló que los dos atacantes suicidas llegaron en motocicleta. Uno se explotó frente a la verja, en el portón de entrada al parqueo, y el otro inmediatamente entró y una vez dentro detonó su carga.

Una tercera explosión se debió al estallido del tanque de gas natural comprimido en uno de los vehículos estacionados en el lugar.

Esa academia se encuentra próxima al centro comercial de Lahore y brinda cursos para oficiales navales de alto rango, incluido de otros países, destaca hoy el diario The Post.

Además, está adyacente a la residencia del director del Buró de Inteligencia, el brigadier general retirado Ijaz Shah.

Una de las explosiones daño la pared de su casa contigua con la institución y cristales de varias ventanas.

El presidente Pervez Musharraf insistió en que esas acciones no detendrán al gobierno en su ofensiva por extirpar el terrorismo y el extremismo en el país, sumido en una ola de violencia que, como el ataque en Lahore muestra, va más allá de la zona fronteriza tribal.

Por su parte, el vocero del Ministerio del Interior, brigadier retirado Javed Iqbal Cheema, exhortó a la población a cooperar con el gobierno para derrocar el terrorismo y asegurar una transferencia tranquila y ordenada al nuevo gobierno.